Muere Lucía Hiriart en completa impunidad
Domingo, 19 Dezembro 2021 13:21No olvidamos, no perdonamos, no nos reconciliamos
“Murió la vieja”, Lucía Hiriart, se festinaba el pasado 16 de diciembre en redes sociales y en la plaza dignidad, ante el fallecimiento de uno de los estandartes del pinochetismo. Fue de muerte natural y en la más completa impunidad. La “dictadora” hizo alarde reiterada y socarronamente de los asesinatos, las mutilaciones, las torturas, que despiadadamente descargaba la burguesía para asentar un proceso contrarrevolucionario de forma sangrienta sobre toda una generación de opositores y revolucionarios. Fue eje central del núcleo más íntimo de esa “familia militar” que en sus salones de té endulzados de masas finas, reafirmaban y celebraban la última redada o masacre –como si se pudiera conjurar por exterminio la fuerza de la historia- para eliminar “el cáncer marxista” y toda posibilidad del advenimiento del comunismo. Al mismo tiempo que defendió acérrimamente a la “creme de la creme” de los principales genocidas, como el “Mamo Contreras”, se paseó de forma honorífica por los salones de la Casa Blanca, en el corazón mismo donde se urdió el golpe de Estado y la extensión del proceso contrarrevolucionario por todo el subcontinente (Plan Condor). Siempre ligada al aparato central de la Iglesia Católica difundió la superioridad moral de la clase dominante y de los psicópatas descompuestos que le prestaban fiel servicio. Tanto el dictador como la dictadora murieron sin que la justicia les alcanzara. Por el contrario la justicia burguesa los aupó y defendió tanto en sus responsabilidades ante el genocidio como en sus actividades de corrupción propias del capitalismo que recompensa a los fieles que le sirven para mantener su dominación. Esa fue la legítima herencia de la transición a la democracia, una garantía de impunidad, un puñado de genocidas disfrutando de un retiro vip en Punta Peuco, y una lápida de silencio para dar continuidad a la dictadura del capital de cobertura acaramelada.
El justo júbilo que despertó su fallecimiento en sectores del pueblo y la juventud expresada en manifestaciones en plaza dignidad, coincidió con los cierres de las campañas de los candidatos a verdugos del pueblo. El candidato preferido por la burguesía optó por una posición pragmática al no salir a declarar su devoción abierta hacia la mujer del genocida, para no ver disminuida sus posibilidades en estas elecciones. Kast sabe que dejó de ser sólo una opción del pinochetismo más rancio, sino que debe aggiornar sus posiciones a las de la burguesía en torno a no crispar el ambiente con algo que cala profundo en las masas
De parte del candidato del Acuerdo del 15N, Gabriel Boric y su comando, las declaraciones fueron a la mesura intentando conminar las manifestaciones que puedan verse como radicalizada. Esto devela el carácter que tendrá un posible gobierno de candidato del árbol, un gobierno de contención de las masas, de apuntalar a las mediciones como la burocracia sindical, etc, es decir, un gobierno de la concertación 3.0., está vez eso sí, con la experiencia de las masas con el levantamiento de octubre y la de una democracia burguesa ampliada con la Convención Constitucional, la que no tiene ni plan ni mandato de tocar un ápice de los privilegios y estructura de esa "familia" militar (justicia militar incluida), esencia del carácter de clase del aparato de Estado.
Para los revolucionarios, que compartimos la alegría del pueblo trabajador por la muerte de una contrarrevolucionaria pero también la rabia de su muerte en total impunidad, llamamos a organizarnos como clase obrera y juventud para enfrentar las distintas fracciones burguesas que buscarán una y otra vez la “reconciliación nacional” mediante la conciliación de clases. La lucha por justicia y castigo efectivo para los asesinos, torturadores y represores de ayer y de hoy debe ser una bandera permanente de lucha. La venganza histórica de nuestra clase es nuestra gran tarea pendiente.