Enfrentemos al Imperialismo. Organicemos a nuestra clase

Terça, 11 Outubro 2022 12:04

 No Al TPP11

 

El gobierno de Boric avanza en la aprobación del TPP11, según se lo ha mandatado el imperialismo norteamericano. Las side letters (o cartas laterales) es el espejismo que pretende elevar la idea de que Chile puede imponer al resto de los países firmantes y a las trasnacionales condiciones diferenciadas para salvaguardar algún resto de lo que llaman “soberanía nacional”.

El  ideal para el gobierno hubiese sido aprobar el TPP11 con la cobertura de una Nueva Constitución “feminista, ecológica, inclusiva, de derechos, etc, etc”, la misma carta que mantenía inamovibles los tratados de libre comercio, además de mantener incólume el aparato burocrático militar del Estado burgués. Sin embargo, el rechazo contundente a esta farsa montada para intentar desviar y liquidar la semiinsurrección de masas del 18 de Octubre del 2019, coloca hoy al desnudo el carácter de clase de un gobierno bonapartista al servicio del imperialismo.

El TPP 11, comenzado en el gobierno de bachelet, no es sólo un tratado de libre comercio más, sino que constituye un alineamiento con el amo yanqui. Si bien Trump había retirado a EEUU de los países firmantes, el rol de sus monopolios y del capital financiero hace que sean sus bancos y empresas trasnacionales las que en verdad controlen los recursos y beneficios de esta “zona de libre comercio”.

Discursivamente el tratado empalma del todo con “los protocolos ambientales, paridad de género en los altos cargos de las empresas”, etc donde la burguesía imperialista, que no tiene ningún interés en el medio ambiente, se garantice la explotación de la clase obrera y la expoliación de los recursos de las semicolonias. Hay que decir que el tratado viene a reforzar la política de “apertura económica” de la sub burguesía local, de dar "certezas" a la inversión extranjera y la gravitación del capital financiero en la economía. Por ello las giras de Boric en Canada, EEUU y Europa, fueron para recibir las directrices de los CEO’s de las trasnacionales combinando alocuciones “poéticas” en su pose de presidente progre. Convenga aclarar que con una firma del Presidente bastaría para retirarse del TPP11, pero la sumisión al imperialismo de este bonapartismo pequeño burgués se manifiesta mediante las volteretas de Boric que se desdice a cada paso, como cuando posaba como el “diputado irreverente” de la bancada estudiantil en contra del TPP11.

Mucha letra muerta ha corrido sobre que el tratado sería una forma de protegerse contra las disputas entre EEUU y China, o sobre que sería un resguardo ante los efectos de la guerra en Ucrania. La profundización de la tendencia a la ruptura del equilibrio capitalista, vuelve ridícula todas estas especulaciones, y al mismo tiempo evidencian cómo las 7 familias que controlan Chile, se disponen a ser los socios menores de la burguesía imperialista en la expoliación de los recursos naturales, productivos y la explotación de la clase obrera en la dominación del imperialismo.

Los roces al interior del Apruebo Dignidad, no han significado más que un posicionamiento para las cámaras para intentar no perder la poca “base por izquierda” que les queda. Sin embargo, nuevamente comienzan a lamentar que producto del "rechazo" y la falta de movilización en las calles, hacen que el gobierno no tenga otra opción que ceder. Esas son las explicaciones que, entre otros, el Partido Comunista, trata de esgrimir culpando a las masas la falta de lucha; el mismo partido de gobierno que reprime las luchas obreras, estudiantiles, de la juventud, mantiene la militarización del sur, el hostigamiento a las comunidades mapuches, los desalojos a las familias sin techo, que mantiene los presos políticos tras la rejas, que persevera con las querellas contra los que luchan, etc, etc.

No se trata, como algunos reclaman, de que este tratado impediría la industrialización o “diversificación productiva del país”. La realidad internacional de las fuerzas productivas anulan por si mismos estos planteos y no apuntan al verdadero carácter del sometimiento que es la de la dominación imperialista. Significa sí, un salto en el carácter semicolonial del país. La respuesta a este enfrentamiento pasa por organizar a la clase trabajadora para imponer el control obrero de los medios de producción en una lucha abierta contra el imperialismo y en alianza con el proletariado de los países semicoloniales y de los países imperialistas.

Para ello es necesario forjar la dirección revolucionaria internacional que pueda ser capaz de conducir a la clase obrera a que intervenga en esta situación de crisis del capitalismo en descomposición y prepare las condiciones para la conquista del poder.

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