Justicia por Juan Pablo y todos nuestros caídos

Terça, 20 Fevereiro 2024 21:41

Algunas lecciones para enfrentar a las patronales y sus gobiernos.

Se cumplen un nuevo año del asesinato del dirigente obrero Juan Pablo Jimenez ocurrido el año 2013. Asesinato que quedó impune por parte de la patronal subcontratista Azeta y de la mandante Chilectra (Enel). “Bala loca” sentenciaron los organismos periciales de la PDI, cerrando carpeta a la obtención de justicia. Queda claro, que no podemos confiar en investigaciones de los órganos estatales. Un aparato estatal al servicio de las patronales, que además de la desidia con la que obra, ha dado sobradas muestras de su naturaleza de clase en la complicidad y ejecución de muertes obreras y del pueblo como la de Rodrigo Cisternas, Nelson Quichilliao, Camilo Catrillanca, Pablo Marchant entre muchos otros.

A estos asesinatos en “democracia”  hay que sumarle las decenas ocurridas durante la semiinsurrección de octubre del 19 y los cientos de mutilados, presos y torturados. Ahora la justicia burguesa persigue a trabajadores de salud que luchaban entonces por las condiciones laborales y salud en la pandemia. Toda una venganza de la burguesía y sus gobiernos en contra de los trabajadores y el pueblo.

Nos encontramos en el contexto de descomposición del imperialismo como lo expresa la guerra entre los ex estados obreros Ucrania y Rusia, y el genocidio del pueblo palestino que resiste heroicamente la masacre que perpetra el enclave Israel. En Latinoamérica los gobiernos vienen imponiendo planes de ajustes contra la clase obrera, como en Argentina o en Chile.

El gobierno de Boric junto a las patronales viene imponiendo la línea de mayor intervención militar. Lo vienen haciendo en la Araucanía y el norte, pero ahora buscan ampliarlo a otros lugares, por eso la convocatoria al COSENA donde el estado mayor de la burguesía busca un acuerdo para el despliegue de una agenda de control y represión estatal. Asimismo viene impulsando junto a todo el régimen un lavado de cara a los represores como a las policías y a los responsables políticos como el difunto Sebastián Piñera, genuino representante de su clase parasitaria, quien estaba en la presidencia cuando asesinaron a Juan Pablo.

La desocupación golpea a nuestra clase con despidos y cierres de empresas a diario, como el de la Fundición Paipote de la Región de Atacama. Sendos ataques a clase obrera con la ley de flexibilidad laboral (40h), acuerdos de congelamiento sobre salario mínimo en medio de la carestía de la vida, amarrados por la burocracia sindical de la CUT.

El subcontrato sigue siendo una de las formas de organización de la producción de la burguesía para extraer plusvalía y sobre todo para dividir a la organización obrera. Ni bien iniciado su gobierno, Boric no tuvo empacho en reprimir la lucha de los trabajadores subcontratados de Enap quienes exigían igualación de condiciones laborales con los trabajadores de planta.

Es necesario organizar a los trabajadores levantando sindicatos y pelear por unificar nuestras filas. Es por eso que sigue vigente la lucha y la inscripción en el programa por el pase a planta de los trabajadores del subcontrato; a igual trabajo igual salario, y la unificación de los sindicatos obreros para golpear a la burguesía en el plano de la producción imponiendo el control obrero y establecer escala móvil de salario y horas de trabajo.

 

Levantemos bien alto la bandera la lucha contra la impunidad del asesinato de Juan Pablo y de todos nuestros caídos.

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