Libertad a los presos por luchar

Sábado, 03 Julho 2021 23:22

Arranquemos a nuestros presos de sus cárceles

La convención no es el camino

Enfrentemos la trampa constituyente desarrollando la independencia de la clase obrera

 

Más de un año que está democracia para ricos mantiene a luchadores y activistas presos, con medidas de prisión preventiva, montajes, farsa judiciales, o la aplicación de la legislación reaccionaria avalada, sostenida e impulsada por todos los partidos del régimen. Desde las alas pinochetistas del oficialismo hasta la oposición pequeñoburguesa de "Apruebo Dignidad" que pese a las imposturas de mea culpa, cíclicamente condenan la violencia de los explotados y avalan por acción u omisión las leyes represivas de los explotadores.

Mientras la carrera presidencial discurre sobre el grado de dirigismo e intervención estatal en la economía semicolonial, se instala la convención constitucional que se urdió para contener y desviar los procesos de lucha surgidos el 18 de Octubre, haciendo bramar los cantos de sirena de una reforma al aparato estatal como una solución a los problemas emanados de las mismas bases capitalistas. La mantención de los presos políticos es parte de este esquema de defensa de la democracia burguesa mediante su aparato coercitivo.

La crisis económica mundial, el flagelo pandémico que arroja un tendal de muertos, la intervención abiertamente reaccionaria de los aparatos estatales sobre las relaciones sociales, que acontece en todas partes del planeta, evidencian que el capitalismo se encuentra en un proceso agudo de descomposición.

No existe posibilidad alguna en la actual etapa histórica de qué procesos jurídicos constituyentes del Estado burgués, sin importar si éstos son más o menos "democráticos", puedan significar un paso en la emancipación de los trabajadores y el pueblo.

Es preciso pelear por la organización e intervención independiente de las fuerzas de la clase trabajadora. Fortalecer su organización y sobre todo nuclear a sus elementos más honestos y decididos en una dirección revolucionaria internacional.

La política de "rodear" la convención o hacerle seguidismo mediante la política de exigencias, sólo nos desvía del gran desafío de impulsar la militancia obrera en los centros productivos para impulsar un programa revolucionario, al tiempo que sustenta su farsa.

La exigencia de la libertad presos debe dirigirse contra el conjunto del sistema carcelario y judicial, enfrentando y luchando por la disolución de las fuerzas represivas, que son parte del aparato estatal sostén de la dominación capitalista.

El activismo de los trabajadores y de la juventud puede dirigir una campaña al interior de las organizaciones obreras y en los centros de trabajo, en los hospitales en las fábricas en las minas, para se levanten las banderas por la justicia y castigo contra los represores de ayer y de hoy, y consigamos arrancar a nuestros presos de sus cárceles.

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