Se realizó el II Congreso de la TRCI
Domingo, 18 Junio 2023 18:16Los días 10 y 11 de junio, en San Pablo, Brasil, se realizó el II Congreso de la TRCI, con delegados de Chile, Argentina y Brasil. El Congreso trató el Proyecto de Tesis presentado para el pre congreso, que fue discutido por el conjunto de la militancia de los distintos grupos.
Se debatió sobre la situación internacional y nuestras tareas como organización internacional. En el informe que dio comienzo a las sesiones se planteó un análisis de aproximación a las tendencias reinantes a nivel mundial.
Estamos en un periodo histórico de descomposición imperialista y procesos de asimilación de los ex Estados obreros. La crisis abierta por la guerra entre dos de estos Estados, situación inédita en la historia, sumada a la crisis económica mundial y los procesos post pandemia, plantea elementos de ruptura del equilibrio inestable. Esto se puede corroborar en el hecho de que el imperialismo ha comenzado a desplegar una política guerrerista para asimilar a los ex Estados obreros, rediscutiendo todos los pactos existentes en el periodo anterior, para intentar saldar la crisis abierta en el 2008 y contener los efectos catastróficos del desarrollo de la pandemia del covid. Esta política más agresiva del imperialismo no es llevada a cabo en su momento de fortaleza, sino en su momento de mayor debilidad histórica, en el que el sistema capitalista en su conjunto está en una crisis estructural y sus formas de dominación en cuestionamiento. La economía mundial se encamina a una recesión con elementos de depresión, con crisis de deuda en las semicolonias y procesos inflacionarios en gran parte del planeta.
El desarrollo de un proceso de lucha de clases agudo en Francia y una crisis bancaria a nivel mundial, producto de la quiebra del Silicon Valley Bank en EEUU, que está arrastrando a otras instituciones bancarias en Europa, como el Credit Suisse, uno de los bancos más importantes de la UE, muestran el nivel de crisis y que intentamos analizar en debate con los delegados del Congreso.
Para desmenuzar aún más a qué nos referimos con descomposición del imperialismo, queremos decir que las instituciones creadas para su dominación están en crisis y que esa crisis no es sólo por las políticas llevadas a cabo en las disputas interimperialistas, sino producto también de la lucha de clases. Entendida ésta como la lucha por la plusvalía y no como la entiende el centrismo, que cree que la lucha de clases es algo que se desarrolla principalmente dentro de las instituciones. Esta es una diferencia importante, ya que nosotros relacionamos la lucha de clases con la producción y no con las relaciones de fuerza en las instituciones estatales.
La descomposición del imperialismo y su dominación se expresa de forma histórica en la organización de las relaciones sociales como sistema capitalista, entendida la organización del capital como una organización anárquica. Es ahí donde ha entrado en una contradicción explosiva, ya que no logra que la relación capital-trabajo sea contenida en las instituciones creadas para su dominación y no ha podido encontrar en el proceso histórico su reemplazo por otra forma de dominación estatal burguesa. Este elemento también es expresión de la crisis en cuanto a la creación de valor y su relación con las actividades que agregan valor, es decir, una contradicción en la extracción de plusvalía que está complicando el proceso de reproducción del capital.
Asistimos a una aceleración de los tiempos, impulsada por la política del imperialismo, en la necesidad de asimilar a los ex Estados obreros y abrir nuevos mercados en medio de una crisis en la organización del capital y sus instituciones, como el Estado burgués, y de su forma de dominación por medio del bonapartismo.
La proliferación de movimientos sociales con relación indirecta con la producción obliga a medidas de contención por parte de los Estados para su cooptación generando crisis de los regímenes. Su expresión más importante es la crisis de los partidos burgueses como instituciones que muestran las tendencias de un Estado, son manifestaciones de la debilidad en la dominación que está desarrollando la fase imperialista en este periodo.
La estatización de los sindicatos, como forma de organizar la relación con el movimiento obrero, está colapsando debido a la extensión de la crisis y la pauperización de las condiciones de vida, por esos nosotros decimos que intentan ir a un nuevo pacto del capital y el trabajo, no sin procesos de lucha de clases con mayor injerencia de los trabajadores, como estamos viendo en Europa y en EEUU, con el nuevo fenómeno de sindicalización.
El proceso de asimilación en los ex Estados obreros no está concluido porque el capital aún no logra organizar las relaciones sociales para su reproducción y es difícil que lo logre cuando la mayor contradicción está allí en su organización. Por eso observamos que las direcciones, tanto de China como de Rusia, intentan saldar esta contradicción en su proceso de restauración. Rusia, mediante una salida militar y quizás catastrófica, y China buscando una asimilación económica sin descartar el elemento militar.
Si escindimos la lucha de clases de la producción y su relación con la organización del sistema capitalista, indefectiblemente colocaremos la lucha de clases en las relaciones sociales impuestas por el capital y sus instituciones.
Se hizo hincapié en las consecuencias del escenario guerrerista y los procesos que éste produce al interior de los Estados y las relaciones de clase, una situación tan convulsionada como la actual. Intentamos precisar la relación de un imperialismo en descomposición y el avance de China en su restauración capitalistas y los posibles escenarios de reconfiguración de las burguesías nativas en su relación con estas potencias.
Estos fueron algunos de los ejes que discutimos en el Congreso, en la necesidad de consolidar la TRCI y su dirección para prepararnos en la necesidad de dar lucha política a las tendencias que influencian a nuestra clase y las tareas de los revolucionarios en un escenario de guerra y las consecuencias de esta situación. En este escenario, debemos intervenir como tendencia trotskista al interior del movimiento centrista, que hoy está en crisis y con rupturas. Lo que está en juego en este periodo actual, y sigue aún vigente, es la crisis de dirección revolucionaria. Las tendencias que fueron formadas por la generación anterior de los trotskistas de posguerra, en las direcciones de los grupos centristas actuales, sin saldar cuentas con sus maestros como Mandel, Moreno, Lambert, para nombrar algunos, retoman sus revisiones metodológicas e intentan reescribir la experiencia histórica del proletariado degradando sus fases revolucionarias.
Por eso retomar los debates de programa y organización son primordiales en este periodo para la formación de los cuadros internacionalistas de la TRCI y las tareas que se desprenden, en la necesidad de avanzar en el embrión de una nueva dirección revolucionaria.
Después del debate sobre la situación internacional, cada grupo realizó un informe de su respectivo país y cómo estamos interviniendo.
Se votaron por unanimidad las Tesis presentadas al Congreso, una nueva dirección y resoluciones que permitan avanzar en las tareas planteadas. Entre ellas, editar un nuevo número de la revista internacional y reforzar el llamado a una Conferencia Internacional, con el horizonte de la reconstrucción de la IV Internacional.