Las elecciones para el parlamento europeo

Martes, 11 Junio 2024 19:50

El domingo 9 de junio finalizaron las elecciones al parlamento europeo, donde los sondeos previos daban un gran avance de la ultraderecha y derrota de los que se denominan el centro. Si bien la ultraderecha avanzó y consiguió hacer una muy buena elección en los principales países de la UE, como Francia, Alemania e Italia, no logró desbancar a las alianzas de centro del control del europarlamento.

Tendencias guerreristas

Esta elección se dio en medio de la guerra entre Rusia y Ucrania, donde los gobiernos imperialistas de la UE, en alianza con el imperialismo norteamericano mediante la OTAN, están apostando fuerte en la defensa de Ucrania y la derrota de Rusia. Además, están atravesadas por el genocidio de Israel en Palestina, que ha desarrollado un movimiento a favor de Palestina muy extendido en los países de la región. La extensión de este conflicto bélico ha puesto a los Estado miembro en preparación ante la posibilidad de la profundización de las tendencias guerreristas, como se ve con el aumento de los presupuestos militares y el restablecimiento del servicio militar obligatorio. Además, ha abierto un sinfín de contradicciones al interior de la Unión Europea, instancia supraestatal reaccionaria creada para asimilar a los ex Estados obreros, que hoy no sólo no puede cumplir su objetivo, sino que tiende a su disolución, ya que es utópica la unidad económica de sectores burgueses que compiten entre sí en el sistema capitalista.

Es esta contradicción en la génesis de la UE la que lleva a un avance de la ultraderecha, con posiciones más nacionalistas y proteccionistas, antiinmigrante. Pero, en los objetivos, no difieren tanto con los otros sectores referenciados el sueño de recrear un Estado de bienestar, ya que ambos intentan buscar la forma política de recuperar protagonismo en la arena mundial, no ser tan dependientes del imperialismo norteamericano y frenar el avance de China. Esto es algo que mantiene sin rumbo estratégico claro a las burguesías imperialistas europeas, dado el marco de descomposición capitalista, el peso de las fuerzas productivas chinas y la dependencia de recursos energéticos que les brindaba Rusia.

Un parlamento de cotillón

En este escenario, debemos contemplar los límites de estas elecciones, que eligen representantes para un parlamento cuyas decisiones no tienen ningún peso político en la dinámica de los miembros de la UE. La abstención fue muy fuerte, llegando en algunos lugares al 60%.  En realidad, los gobiernos lo toman como una encuesta para ver el grado de apoyo. En Francia, la derrota de los candidatos de Macron llevó al presidente a disolver la Asamblea Nacional y llamar a elecciones anticipadas, en una jugada para detener el avance de la ultraderecha reflejada en Le Pen y ante una abstención de las del 40%. El triunfo de Meloni en Italia no ha preocupado tanto, ya que esta mandataria está acordando en los trazos generales con las políticas de la UE. En Alemania, AfD quedó como segunda fuerza, superando por dos escaños a la socialdemocracia que hoy está al frente de la coalición de gobierno, pero los conservadores de CDU/CSU festejaron el relativamente buen desempeño de sus candidatos y ya piensan que lo pueden capitalizar mejor que AfD y fortalecerse en la política doméstica.

Una “euroizquierda” totalmente desdibujada

Fue sorprendente la política de la izquierda trotskista, que en su gran mayoría formó listas para participar del parlamento europeo, siendo una institución creada por la Unión Europea, un organismo supra estatal totalmente reaccionario, ante cuya formación los revolucionarios peleamos en su momento en contra y, después, contra su consolidación. Se ve una izquierda que está perdiendo el rumbo, como se expresa en la posición sobre la guerra en Rusia- Ucrania, algunos pro OTAN y otros apoyando a Putin y otros por una autodeterminación abstracta para no tomar posición. Tenemos que abrir un gran debate en el proletariado europeo sobre las tareas históricas que nos impone esta situación crítica. Para que pelee por parar la guerra y el genocidio en Palestina y enfrente a sus gobiernos, que son miembros de la OTAN. El rol del proletariado, actuando como clase independiente, es primordial para dar una salida internacionalista revolucionaria a la crisis. Es una tarea central derrotar al imperialismo y sus procesos de asimilación y unir al proletariado ucraniano y ruso en una guerra revolucionaria que derrote a la OTAN y el proceso de restauración capitalista de Zelensky y Putin.

Por una Conferencia Internacional de las corrientes revolucionarias

Nada bueno vendrá de estas elecciones del parlamento europeo, debemos luchar por los Estados Unidos Socialistas de Europa, que es la forma estatal de la dictadura del proletariado.

Llamamos a una Conferencia Internacional con las corrientes que aun levanten la necesidad de la dictadura del proletariado para discutir las directrices de la situación mundial y la política de los revolucionarios. Esta conferencia parte de la necesidad de reconstruir la IV Internacional y sus secciones nacionales.

 

COR Chile - LOI Brasil - COR Argentina

 

 

 

 

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