Apuntes del primer Congreso de la TRCI
Jueves, 16 Mayo 2019 23:05Los días 17 y 18 de noviembre realizamos en Buenos Aires el I Congreso de la TRCI. Participaron delegados de la COR Chile, la COR Argentina y la LOI Brasil. En el Congreso pudimos avanzar en una mayor comprensión de las tendencias generales a nivel mundial del desarrollo de la crisis y los fenómenos políticos de Latinoamérica.
Consideramos que estamos dentro de un periodo histórico caracterizado por una tendencia a la descomposición del imperialismo y un proceso de asimilación capitalista de los ex Estados obreros.
Todo este periodo está signado por una crisis histórica del sistema capitalista, ya que su fase imperialista entra en contradicción en la relación entre el capital y el Estado; no tanto en cuanto a su naturaleza de clase, sino en sus formas de dominación política, es decir, en garantizar la reproducción capitalista a nivel mundial dentro de un sistema de Estados en crisis. Hablamos de descomposición en cuanto a que el elemento decadente del imperialismo, como característica histórica, está generando una descomposición social que ataca sus propias bases del capitalismo. Una de las características de la decadencia del capitalismo en su fase imperialista es que esta fase convierte a gran parte de la burguesía de las potencias imperialistas en rentistas; lo que denominó Lenin como la formación de Estados rentistas. En el proceso histórico de este fenómeno, la penetración imperialista a nivel mundial generó una mayor descomposición de la burguesía mundial y su relación con la producción y una mayor diferenciación de la clase obrera entre la denominada aristocracia obrera, semi aristocracia y una burocracia sindical más asimilada al sistema capitalista. Las tareas históricas de la burguesía se diluyen ante el avance del imperialismo como superestructura del capital y a su paso descompone las relaciones de clases.
Hoy la burguesía imperialista intenta discutir un nuevo pacto entre capital y trabajo, ante la ruptura del pacto de posguerra y desde acá se entiende la línea de reformas fiscales, laborales y previsionales como política internacional para redefinir las relaciones de fuerza.
Actualizamos las tesis presentadas al Congreso, con los procesos de la coyuntura internacional, y el desarrollo de la crisis mundial, centralmente las elecciones de medio término en EEUU y el triunfo de Bolsonaro en Brasil. Con respecto a EEUU definimos que los resultados de las elecciones no lograron inclinar la balanza a favor de ninguno de los contendientes, se dio un equilibrio de fuerzas que le permitió a Trump mantener chances a una futura reelección y a los demócratas la posibilidad de un mayor control de gobierno de Trump. Los republicanos mantuvieron su base electoral sin aun lograr una base social para las políticas imperialistas, como la guerra comercial desatada por la actual administración. Y los demócratas no pudieron imponer la famosa ola azul, pero sí lograron contener en sus filas a toda un ala de movimientos sociales, feministas, LGTB y seudo socialistas que les permitió hacer una muy buena elección y recuperar la cámara de representantes. En el plano internacional las potencias que son atacadas por EEUU leyeron las elecciones como un retroceso parcial de Trump. Discutimos también la relación de EEUU con China, la Unión Europea, Rusia e Irán. Reforzamos las tendencias que desarrollamos en las tesis sobre el proceso de descomposición del imperialismo.
En el desarrollo de la crisis mundial puede haber coyunturas de crecimiento, no de conjunto, sino de algunas ramas e inclusive de unas ramas contra otras y que la necesidad de recrear una aristocracia obrera se basa en la necesidad de fortalecer una base social, lo cual es un problema estructural de un Estado imperialista. Y se da una contradicción central entre un EEUU que debe fortalecer una aristocracia obrera y una UE que debe atacar a su aristocracia obrera para fortalecer al Estado ante la guerra comercial.
Sobre el triunfo de Bolsonaro, reforzamos la idea de por qué no es fascismo, como explicamos en las notas publicadas en la página web e intentamos profundizar sobre la relación de la pequeña burguesa con el concepto de bonapartismo sui generis. Retomamos los escritos de Trotsky sobre Latinoamérica y cómo se expresan las leyes generales del capitalismo y su combinación especial en los países semicoloniales. Este análisis es importante, ya que no es lo mismo la relación de la pequeña burguesía con una burguesía imperialista, que este mismo sector de clase en relación con la relativamente débil burguesía de los "semi Estados" (sub burguesía), mediado por el imperialismo. Las características de esta pequeña burguesía en las semicolonias impiden la aparición del fascismo, ya que jamás un capital “nacional “puede ser un capital financiero imperialista, más bien depende de este capital internacional para su subsistencia. Por lo tanto, la pequeña burguesía adquiere otro tipo de características; su ala más radical y democrática intenta mejorar las condiciones institucionales del "semi Estado" y se refugia en la educación -como contrapeso en el plano de la conciencia- para impedir el avance más reaccionario del capitalismo. El desarrollo histórico en los países semicoloniales de una pequeña burguesía urbana y, principalmente, rural fue sustento -vía las revoluciones democrático-burguesas- de la formación de lo que conocemos como la sub burguesía.
Fue necesaria esta precisión ante el avance de diferentes movimientos de características pequeño-burguesas y la discusión sobre cuál es la tarea de los revolucionarios para poder influenciarlos. En esto los revolucionarios planteaban que la única forma para que la pequeña burguesía confíe en el proletariado es lograr que el proletariado confíe en sus propias fuerzas, que recupere el rol de caudillo y realice las tareas históricas que la burguesía es incapaz de realizar por su descomposición. Por eso es una política errada de la izquierda el llamado a votar a Haddad, en su adaptación a los movimientos, que lleva a sembrar más confusión.
El I Congreso reforzó la idea de poner en pie un núcleo revolucionario por la reconstrucción de la Cuarta, tarea en la que estamos embarcados quienes conformamos la TRCI. También creemos que es prioritario que las corrientes revolucionarias que reivindicamos la necesidad de la IV Internacional y la lucha por la dictadura proletaria que impulsemos las medidas necesarias para que poner en pie y unificar a la vanguardia obrera internacional detrás de un programa revolucionario. Por esto es que hemos llamado a una Conferencia Latinoamericana para comenzar inicialmente en nuestra región a ayudar a la vanguardia en el arduo proceso de forjar la dirección revolucionaria.