Votamos nulo contra la democracia para ricos
Organicemos nuestras fuerzas
[Boletín #31, El Nuevo Curso, Descargue el PDF]
Se acerca el 4 de septiembre donde mediante el plebiscito de salida del proyecto de nueva constitución, se pretenderá dar vuelta la página al proceso iniciado con la semiinsurrección espontánea del 18 de Octubre del 2019; que contó entre sus grandes hitos una huelga general (12 de Noviembre) donde la intervención caótica pero decidida de la clase obrera forzó a todas las tendencias políticas de la burguesía y la pequeñoburguesía a cerrar filas en el “acuerdo por la paz y el orden público” del 15N para salvar al gobierno de Piñera y, junto con él, poner a resguardo a la democracia para ricos.
El plebiscito también se da en el marco de debilitamiento del gobierno de Boric, el cual ha ligado su suerte al resultado, pese a prever un escenario adverso de triunfo de la opción “rechazo” promoviendo una reforma.
Al poco andar de su gobierno ya consiguió demostrar que el fantasma de ese supuesto “fascismo” semicolonial no tiene mucho que envidiarle.
Pasó de pedir la “refundación de carabineros” a respaldar su accionar represivo, mantuvo al alto mando, aumentó la dotación y los recursos, los encubrió con impunidad (retiro del caso “huracán”), mantuvo las querellas contra los presos por luchar, en definitiva buscó fortalecer el aparato represivo del estado.
Del mismo modo renovó continuamente los estados de excepción en la Araucanía militarizándola, aumentó los allanamientos a las comunidades (con represión y trauma ocular incluidos), intensificando la persecución de los dirigentes mapuches, invocación de la ley de seguridad interior del estado para aumentar las penas, y ahora cerró filas con la recientemente votada “ley de infraestructura crítica”, la que incluso intentó implementar rápidamente en reemplazo de los estados de excepción.
Esta última ley fue el proyecto estrella de Piñera, diseñada en los momentos más álgidos de la lucha de clases post “estallido”. ¿Qué es la infraestructura crítica? “la alimentación, la movilización, las telecomunicaciones, los terminales portuarios, el metro, los trenes, toda aquella infraestructura de servicios de utilidad pública así como los servicios de asistencia sanitaria y de salud”, etc. Es decir, los medios de producción.
El imperialismo norteamericano ha presionado hace un tiempo a los distintos gobiernos (como el de Brasil, Ecuador, Argentina, etc) a la utilización de las FFAA en el “control” interno. Cumpliendo con esta meta, el congreso, el senado, el poder ejecutivo, se alinearon para contar con una herramienta fundamental para que el presidente de turno despliegue las fuerzas militares en caso de que los trabajadores decidamos salir a luchar y tomar el control de los medios de producción. Y es que la burguesía conoce que el poder se encuentra en la producción, y no en la abstracta representación de las superestructuras de la democracia semicolonial.
Respecto al proyecto constitucional podemos decir que éste parte por profundizar la expoliación de los recursos naturales al legitimar el usufructo de las grandes trasnacionales y el dominio del capital financiero. El texto constitucional puede deshacerse en frases alrededor de la protección del medio ambiente, puede versar sobre la armonía de los pueblos con la naturaleza, etc, etc, pero lo esencial del carácter de clase del Estado debe estar definido: “El Estado tiene el dominio absoluto… de todas las minas… los depósitos de sustancias fósiles e hidrocarburos [etc]…sin perjuicio de […] la propiedad”… privada. La defensa de la propiedad privada de los medios de producción es lo que ha encendido las alabanzas al proceso constitucional como la opción “apruebo” de la calificadora de riesgo norteamericana Moody’s.
Las declamaciones de ciertos derechos (indígenas, de género, a la salud, a la vivienda, a la educación, al trabajo, etc) no son más cantos de sirenas. Ya la actual “constitución de Pinochet” contiene un catálogo más amplio de “derechos” expresados en la adhesión a tratados internacionales (de la ONU, la OIT, San José, etc), que –en todas partes del mundo- no son más que cúmulos de charlatanería y business para la filantropía, que encubre la decadencia del capitalismo en descomposición.
El carácter declamativo del texto, que a los posmodernos que pululan en la moneda los tiene pisando algodones con aquello de que “las palabras construyen realidad”, será interpretado por la institucionalidad burguesa la que buscará de una y otra forma volcar a su favor lo establecido, avanzando de paso sobre conquistas, quizás realizando algunas concesiones.
Ya lo vimos con la pasada reforma laboral, donde lo que se planteaba como una concesión a la organización sindical, significó obstáculos para la creación de nuevos sindicatos, sustitución de empresas en caso de huelgas, restablecimiento de grupos negociadores por vía administrativa, etc, etc. En este ámbito también el texto constitucional mantiene los preceptos basales de la llamada “libertad sindical” que fragmenta y atomiza a la clase trabajadora, mantiene la subcontratación, etc. Cualquier referencia a “derechos sobre la negociación colectiva”, negociación a nivel de rama, etc, se verán pulverizados en nuevas interpretaciones en caso de ganar el “apruebo” que mantengan la estatización de los sindicatos, fundamento central de la dominación del imperialismo.
La burguesía busca en este plebiscito no solo asentar el desvío, sino que avanzar hacia un acuerdo de unidad nacional. Esta es la base de las posturas de apruebo o rechazo para reformar. Gane la opción que gane, cerrarán filas para descargar la crisis capitalista en curso sobre la clase obrera y el pueblo.
Este ataque ya está en curso como lo muestran los ataques a la juventud secundaria, el aumento de la desocupación, la pulverización del salario real, el cierre de empresas como Ventanas, la represión a las luchas obreras como Enap, etc. Vemos ante nuestros ojos un gobierno bonapartista sui generis recostado en las rodillas del imperialismo
En estas elecciones plebiscitarias no creemos como lo dicen sectores de la izquierda revolucionaria que llamando a votar apruebo se evitará la desmoralización de las masas, que será “un piso” o “un paso” para seguir luchando. Esta lógica se inscribe en el supuesto de partir del “sentido común” el que no puede ser más que un reflejo de la ideología de la clase dominante. Su derrotero consiste en mantener incólume su política de levantar en el plano nacional una Asamblea Constituyente como etapa necesaria hacia la conquista del poder obrero. Para los marxistas el derecho es burgués (y su reforma) no puede expresar otra cosa que las bases materiales sobre las que se asienta, expresando de forma jurídica la relación de fuerzas entre las clases, entre la burguesía y el proletariado.
El plebiscito es un escenario burgués donde la participación de las masas en la farsa dela democracia patronal queda diluida en el voto “ciudadano”.
Nuestra opción táctica es la del voto nulo como un voto contra la democracia para ricos. Pero nuestro llamado es al necesario reagrupamiento de la vanguardia obrera detrás de un programa para intervenir en medio de la crisis. Sólo nuestra clase puede dar una salida para enfrentar la descomposición capitalista en curso.
De lo se trata es de proponerle a la clase obrera y la juventud, un programa de independencia de clases, que no llame a confiar en una reforma al estado.
Una constitución que nace con militarización, presos políticos, ataque a la clase trabajadora y la juventud, pretende sentar las bases de una transición a un “pacto” entre el capital y el trabajo bajo los golpes permanentes del gobierno, la patronal y el imperialismo.
Se vuelve de primera necesidad preparar un Congreso de delegados de base de toda la clase trabajadora, organizar nuestras fuerzas y discutir un programa hacia la conquista de un gobierno obrero.
El pasado Jueves 04 de Agosto desde la COR Chile y la Juventud de la COR, realizamos una charla debate en la sede de la Central Clasista de Trabajadores y Trabajadoras.
La exposición estuvo a cargo de Orlando Landuchi, por la Corriente Obrera Revolucionaria Argentina, integrante de la Tendencia Revolucionaria por la reconstrucción de la IV Internacional.
Se abordó la situación internacional desmenuzando el proceso de descomposición del capitalismo así como los procesos de asimilación de los exestados obreros. Se expuso el fenómeno de la inflación como un fenómeno que golpea sobre el salario real de los trabajadores en todos los países del mundo, describiendo algunos procesos estructurales del capitalismo, así como los derivados de la pandemia, la crisis económica, la interrupción o bloqueo de la circulación de mercancías entre otros.
Se analizó la guerra de Ucrania, tanto para delinear los problemas de la asimilación al capitalismo de los ex-estados obreros, las ofensiva del imperialismo norteamericano, y las contradiciones del bloque interimperialista europeo, así como la política de los revolucionarios para luchar por la expulsión de las tropas rusas y contra el imperialismo de la OTAN. Parte de la exposición abordó las políticas de la corrientes centristas que abandonan una política de independencia de clase, ya sea por sumarse velada o activamente a alguno de los campos en disputa, o su adaptación "democrática" a direcciones pequeñoburguesas al servicio del imperialismo como Zelensky. Por el contrario se llamo a luchar por el enfrentamiento activo a la guerra sobre la base de la unidad de la clase obrera rusa y ucraniana en una perspectiva de una lucha por recuperar el poder de la clase obrera enfrentando a las direcciones contrarrevolucionarias rusas y ucranianas, colocando como perspectiva la lucha por la federación de estados obreros, como la forma que tomó la dictadura del proletariado, un legado del desarrollo de nuestro programa en la pelea por la revolución socialista.
Se dio un repaso a los distintos cambios de gobierno en latinoamérica, como Petro en Colombia o Boric en Chile, donde se evidencia que el capitalismo en su fase imperialista de descomposición es incapaz de hacer reformas, y toda reforma impulsada por estas direcciones, es limitada, reaccionaria y temporal, demostrándose un alineamiento servil a los intereses del imperialismo. Gobiernos que reflejan la crisis que cruza a los semiestados latinoamericanos.
El debate se abordó las políticas del imperialismo y la crisis en distintas regiones, en zonas como Siria, o también la disputa entre China y Estados Unidos en Taiwán como símbolo de las tendencias a la ruptura del equilibrio capitalista.
En el debate se resaltó el carácter internacional del programa revolucionario y de su partido, la cuarta internacional. Desde un esfuerzo militante insistimos en el llamado de la TRCI a la vanguardia obrera y a aquellas organizaciones que aún reivindican la dictadura del proletariado, a impulsar a una Conferencia Internacional para avanzar en la comprensión común de las tareas reconstruyendo el partido mundial de la revolución socialista.
Publicado el domingo, 24 Julio de2022 en http://www.cor-digital.org/nacionales/item/466-por-un-gobierno-obrero-abajo-el-gobierno-de-alberto-y-cristina.html
Argentina sigue en caída libre y cada semana se vive como el camino a una nueva catástrofe, con un deterioro del salario por la devaluación y el incremento de los precios, una debacle en nuestras condiciones de vida, mayor desocupación y un ataque a las jubilaciones, aumentos en los servicios de transporte, de luz y gas.
En este panorama el gobierno de Alberto y Cristina atienden a los reclamos, no de los trabajadores y el pueblo pobre, sino de los empresarios y grandes capitalistas. Son coherentes, ya que como gobierno burgués son los administradores estatales de sus negocios.
Muchos de estos empresarios y grupos económicos piden devaluación, si no se la dan, lo logran mediante mecanismos de mercado, como la corrida de estos días. El aumento de los precios es expresión de que la devaluación ya fue impuesta. Luego el gobierno solo tiene que legalizarla mediante el desdoblamiento de los tipos de cambio, un dólar para el campo, uno para las importaciones, otro para los turistas y así hasta el infinito, mientras que para quienes vivimos en pesos, “suerte, otra vez será”.
El gobierno de A y C debe garantizar el acuerdo con el FMI y el plan impuesto por este organismo para pagar la deuda. Todas las medidas tomadas por la actual ministra de economía Batakis van en ese sentido. Si hay algunas diferencias en la coalición de gobierno éstas no están en el desconocimiento del acuerdo, sino en cómo se debería pagar.
Pero estos elementos que hemos enumerado hasta aquí son parte de una caracterización con la que quizás gran parte de la izquierda y sectores del activismo coincidan, pero lo que queremos intentar esbozar de forma aproximativa en esta nota es cuál debería ser la salida a esta crisis.
El primer punto que queremos plantear es que, a diferencia de lo que propone la gran mayoría de la izquierda nucleada en el FITU y sus satélites, la salida para Argentina es internacional. Todo programa que plantee una salida nacional a la crisis, por más de izquierda que parezca, es falso y tiende a confundir a los trabajadores y a la vanguardia.
Planteamos esto porque el programa de los revolucionarios parte del análisis del sistema capitalista a nivel mundial y cómo se expresan sus particularidades en cada país. Si tomamos las particularidades como la norma, de seguro terminaremos planteando un programa que dé respuesta a la coyuntura sin unidad con las tareas internacionalistas que plantea la situación.
En el caso de Argentina es evidente que debemos plantear “Abajo el gobierno de Alberto y Cristina y su pacto con el FMI. Por un gobierno obrero”. Este planteo da la idea de que son los trabajadores los que deben gobernar ante el escenario de caos económico y pauperización de nuestras condiciones. Ahora, ¿cómo preparamos este escenario para que se transforme en una situación revolucionaria, en la que la dirección de ese proceso sea un partido revolucionario cuarta-internacionalista? Para algunos miembros del FITU, como el PTS y el PO, es con la palabra mágica “socialismo”. Para el PTS, “por un socialismo desde abajo” y para el PO, “por un movimiento popular con banderas socialistas”. Acá ya comienzan a confundir a la vanguardia y a omitir programáticamente la necesidad de la dictadura del proletariado y sus distintas etapas.
El socialismo es un régimen social, para desarrollar el programa de éste, que es una etapa transicional, debe darse antes una revolución obrera. Plantear un programa de reformas socialistas sin antes destruir al Estado burgués es un sinsentido y torna al programa en algo inviable. Por eso plantear, como hace el PTS, el monopolio estatal del comercio exterior para evitar la fuga de capitales y poder elegir qué compramos y qué vendemos al exterior, o la nacionalización de la banca para que podamos dar otro destino a los créditos y depósitos, ¡eso sí! bajo gestión obrera, es destruir el programa por el que peleamos los revolucionarios para convertirlo en un cúmulo de consignas que terminarán en un proyecto de ley que se vote en el Congreso. Esta forma de ver el programa parte de un error fundamental, que es que no se puede separar el capital de los capitalistas, por eso debe mediar una revolución para modificar esa relación de fuerza en la producción. Al omitir la lucha por el poder se convierte en un programa redistribucionista y estatista. Los revolucionarios rusos levantaron el monopolio del comercio exterior después de haber hecho la revolución para luchar contra la ley del valor que rige a nivel mundial. Esto nada tiene que ver con el planteo nacional y redistribucionista.
Los revolucionarios peleamos por la destrucción del Estado, es por lo que nuestro programa transicional busca que el Estado burgués agonice antes de que tomemos el poder. Estas medidas estatistas de los centristas solo fortalecen, a los ojos de los trabajadores, instituciones que debemos destruir. Levantar “gestión” y no “control obrero” es otro dislate programático. El control obrero es poder dual en la producción, la gestión es la convergencia con el capital, son líneas opuestas.
Los revolucionarios sostenemos la dictadura del proletariado como una forma estatal que, en sus etapas, plantea desorganizar a la burguesía, organizar a la clase obrera y desarrollar la dictadura del proletariado internacional, como forma transicional en las etapas del socialismo al comunismo.
En el programa del centrismo ha sido borrada la dictadura del proletariado. Hoy, de forma devaluada, lo vemos levantando “gobierno de trabajadores” como una transición posible, es decir, una etapa distinta a la dictadura del proletariado y no como la popularización de ésta, planteada en el Programa de Transición. Esta consigna más bien sería para buscar más diputados con una idea de “gobierno de minoría parlamentaria”. Y con esta teoría buscan sus aliados en formaciones políticas que no tienen obreros en sus filas o, en su defecto, intentan dialogar con movimientos sociales buscando alguna táctica organizativa desligada de la producción.
Estos son algunos elementos para discutir ante los trabajadores, direcciones combativas y activistas para dar una salida a la crisis. Para enfrentar a este gobierno y a la burocracia, hay que empezar echando a los delegados y dirigentes que les responden, y así preparar y avanzar en la tarea de recuperar los sindicatos. Por un paro general y un plan de lucha, medidas tácticas que deben ser llevadas a cabo para desarrollar una vanguardia que exprese el programa de los revolucionarios.
Si peleamos por hacer caer al gobierno de turno no es para que otra variante burguesa se apodere del poder, ya tenemos ejemplos cercanos como Chile. Y si planteamos gobierno obrero es para mostrar la superioridad de la forma estatal de la dictadura del proletariado para el desarrollo de las fuerzas productivas y la necesidad de los Estados Unidos de América Latina para la unidad económica de nuestra región en la necesidad de la revolución mundial.
Abrir un debate al interior de nuestra clase es fundamental ante el escenario de crisis en medio de una pandemia y la guerra en Ucrania. Convocamos a las corrientes que aun reivindican la dictadura del proletariado y planteen la reconstrucción de la IV Internacional a que nos demos un debate programático profundo para poner en pie una dirección revolucionaria. En ese sentido hacemos un llamado a una Conferencia internacional de las corrientes trotskistas para discutir las tareas ante la guerra en Ucrania y la crisis mundial.
El gobierno de Boric y el directorio de Codelco bajo la administración del operador empresarial Máximo Pacheco, decidieron el cierre de la fundición Ventanas, dejando con ello a más de mil familias en la calle, solo considerando los empleos directos de trabajadores de planta y subcontratados.
La excusa de este ataque contra la clase trabajadora se apoya en los reiterados episodios de intoxicaciones masivas que han sufrido la población de la zona de Quinteros-Puchuncaví, la que es signada como “zona de sacrificio”.
Los episodios de intoxicación se han sucedido al menos en dos oportunidades posteriores a la detención de la planta, lo que habla a las claras que esto no apunta a resolver ni mitigar el problema.
La continuidad operacional del resto de las industrias de la zona, las que no poseen ninguna medición de los contaminantes emanados, deja de manifiesto que esto se dirige a golpear sobre los trabajadores en un intento de reprimarizar y profundizar la explotación de los recursos naturales.
Ya Boric en su gira por Canadá se reunió con los empresarios mineros para ofrendar a los monopolios imperialistas 34 proyectos mineros en distintos puntos del país, los que preanuncian la expansión y multiplicación de las “zonas de sacrificio”.
Los trabajadores de Codelco, partiendo por la directiva de la FTC, que agrupa a los sindicatos de planta, se ha visto obligada a romper el inmovilismo conciliador y se encuentra desarrollando un paro nacional. Paro al que se han sumado organizaciones sindicales de subcontratistas.
El paro desarrollado por los trabajadores ha contado con el bloqueo y paralización a todas las plantas de Codelco en el país. El mismo ha sido respondido por el gobierno y el directorio de Codelco con represión y amedrentamientos, utilización de gases y carros lanza agua, detención de dirigentes sindicales, llegando a utilizar vehículos sin patente que colisionaban los vehículos de los trabajadores en lucha.
La CUT, cuyo perfil oficialista es acérrimo, ha salido a respaldar el paro pero sólo para exigir que se establezca un “diálogo” para justamente “programar” el cierre de la fundición, alineándose en realidad con el propio gobierno.
La ministra de minería habló de que el cierre de la fundición era la “crónica de una muerte anunciada”. Justamente era el proyecto que traía bajo el brazo Sebastián Piñera para anunciarlo en la COP25, suspendida ante la semiinsurrección de octubre del 19. Hoy el gobierno de Boric, con el cinismo de un discurso ecologista, continúa esta labor.
Hasta el momento los dirigentes de la FTC se han negado a sentarse a negociar* la ley de cierre exigiendo la inversión oportuna en tecnología que disminuya la emisión de contaminantes.
A la burguesía no le interesa ni la ecología, ni la salud de la población. Lo han demostrado una y mil veces. Las “zonas de sacrificio” son un subproducto genuino de la anarquía del capitalismo en descomposición en la persecución de la ganancia.
Los únicos interesados en la producción, su relación con la naturaleza y la salud de la población somos los propios trabajadores, los que verdaderamente podemos dar una salida.
Es necesario continuar el paro de manera indefinida y extenderlo hacia el conjunto de la rama minera imponiendo el control obrero de la rama, estableciendo un plan de descontaminación y mitigación en las “zonas de sacrificio”, en el camino de la planificación económica global.
NO AL CIERRE DE VENTANAS
POR EL TRIUNFO DE LOS TRABAJADORES DE CODELCO
22-06-22
* No pasaron ni 24 horas de comenzado el paro que la FTC anunció que se sentaría a "negociar". Comprometió con el gobierno, y la patronal estatal, una mesa de diálogo y lo que llamó una "transición justa", o sea, validaron el cierre de la fundición Ventanas. Inmediatamente salieron a anunciar que bajaban el paro sin realizar ni una sola asamblea, ni reunión con dirigentes, lo que calificaron como "un balde de agua fría" distintos sindicatos de trabajadores subcontratistas.
Lo positivo de este paro, que un sector de la clase obrera minera (la que se agrupa en CODELCO) salió de su letargo y mostró un poder de paralización de la producción que puso nervioso al gran capital. Lo negativo, que contamos con una burocracia sindical a la cabeza de nuestras organizaciones que ha permitido muchos ataques a la clase trabajadora. Es necesario recuperar los sindicatos expulsando a la burocracia y poniendo a la cabeza a luchadores obreros, imponer la democracia sindical en nuestras organizaciones y disponerlas para una lucha contra el imperialismo. La lucha contra el cierre de ventanas está aún abierta, los trabajadores debemos tomar este desafío. (24/06/22)
REORGANIZAR A LAS CORRIENTES TROTSKISTAS QUE AUN REIVINDICAN LA DICTADURA DEL PROLETARIADO
La situación mundial nos encuentra a los trabajadores enfrentando las consecuencias de la pandemia, la guerra en Ucrania y la crisis económica, política y social. Asistimos a procesos inflacionarios a nivel mundial y un aumento en los alimentos y la energía producto de la guerra y las sanciones económicas impulsadas por el imperialismo contra la Rusia de Putin. Esto se combina con crisis de deuda en los países semicoloniales y ataques sobre el movimiento obrero. Todos estos factores están golpeando de lleno en las condiciones de vida de nuestra clase.
El conflicto entre Rusia y Ucrania se desarrolla en medio de una descomposición del imperialismo y un proceso de asimilación de los ex Estados obreros. El imperialismo norteamericano intenta retomar la hegemonía mundial, mostrando a su paso su debilidad histórica, mientras que las burocracias al mando de los ex Estados obreros de Rusia y China intentan mantener el lugar conquistado dentro del sistema capitalista en crisis.
La denominada “Operación especial” del gobierno de Putin en contra de Ucrania ya lleva más de dos meses de invasión, tratando de imponer mediante la fuerza militar las condiciones de un nuevo statu quo en el escenario mundial, después de la caída del muro de Berlín y el desmembramiento de la URSS.
Mientras tanto, la OTAN utiliza este conflicto bélico para acelerar el proceso de asimilación de los ex Estados obreros, tratando de imponerles condiciones de carácter semicolonial. Por eso, en el territorio ucraniano se están definiendo procesos históricos inconclusos, en la necesidad de supervivencia del sistema capitalista.
Como no podía ser de otra manera, la asimilación de los ex Estados obreros se plantea en la arena mundial y no en las particularidades de cada país. Por eso sostenemos la unidad revolucionaria del proletariado ucraniano y ruso en contra de sus gobiernos actuales, contra esta guerra que no defiende ninguno de nuestros intereses como clase.
Para que se desarrolle el internacionalismo es de primer orden la reconstrucción de la IV Internacional, para dotar de una dirección revolucionaria a las masas obreras que atraviesan este proceso histórico, para regenerar una vanguardia obrera que pueda dar una perspectiva marxista al proletariado mundial.
Llamamos a una Conferencia Internacional a las corrientes trotskistas que aun reivindiquen la dictadura del proletariado, sosteniendo que las tácticas para intentar saldar la crisis de dirección revolucionaria deben ser internacionalistas siempre, ya que inclusive en la intervención de nuestras corrientes en cada país, se debe partir, en un máximo esfuerzo, del apoyo y desarrollo de nuestras tareas centrales, orientadas a impulsar el despertar de la revolución en todos los países. Esa es la mecánica para no caer en particularismos y adaptaciones a las instituciones burguesas.
La necesidad de concretar esta Conferencia Internacional es para abrir un debate al interior de las organizaciones trotskistas, sobre la importancia de la construcción del partido mundial y sus secciones nacionales en un momento donde priman las ideas de movimientos o coaliciones electorales, que luego entran en crisis, como vemos por ejemplo con el PSOL de Brasil y su apoyo a Lula o el NPA de Francia y su campaña en común con Francia Insumisa de Melenchón.
Abrir este debate a la militancia y a los compañeros que influenciamos permitirá poder intervenir en este escenario mundial, desde una perspectiva marxista.
Por la unidad internacionalista de los trabajadores en contra del imperialismo y la OTAN. ¡Por la expulsión de las tropas rusas de Ucrania!
COR Chile - LOI Brasil - COR Argentina
Los trabajadores subcontratados de ENAP de la región del BioBio, agrupados en Fenatrasub, llevan una semana de movilización paralizando parcialmente la refinería en Huelén y afectando el terminal marítimo de San Vicente.
Reclaman a la gerencia de ENAP la puesta inmediata de una “mesa de trabajo” con el fin de abordar la situación de los trabajadores subcontratados, en particular las amplias diferencias de salarios con los trabajadores de planta.
Desde la gerencia de ENAP se han negado a establecer el diálogo y han culpabilizado a los trabajadores de un potencial desabastecimiento de combustible en el país. Estas declaraciones las realizaron en el momento en que el bloqueo y lock out de las patronales camioneras, orquestado y concertado por los grupos económicos como la CMPC (grupo cómplice de la dictadura en el asesinato y desaparición de luchadores obreros y campesinos), iniciaban un lock out patronal de las plantas de celulosa, exigiendo “mayor seguridad”, es decir, una mayor represión y presencia policial y militar.
El gobierno de Boric, solícito con el chantaje patronal, posando de no abandonar su discurso “progresista” de levantar el Estado de excepción, sacó de la galera un “estado intermedio”. Mayor presencia de carabineros en las ciudades y presencia militar en las rutas, con vigilancia de drones, etc, etc. Una política represiva de continuidad, como se vio en el pasado día del trabajador donde la represión y el amparo de bandas lúmpenes, terminaron hiriendo de bala a manifestantes, quedando Francisca en estado de extrema gravedad, lo que se suma a la represión sistemática hacia los estudiantes, a las luchas por las liberación de los presos y el asesinato por bandas armadas de un comunero mapuche en la toma de un fundo en la zona sur.
Pretendiendo amedrentar al boicot camionero, Boric, puso en la misma bolsa a los trabajadores subcontratados de Enap, amenazando con la intervención represiva y la aplicación de la ley de seguridad del Estado.
Ante la impopularidad de la escalada patronal camionera-forestal, éstos decidieron retroceder y desmovilizar a sus huestes a sueldo.
Mientras tanto los trabajadores se han mantenido firmes en su lucha pese a estas amenazas y amedrentamientos, y en boca de sus dirigentes esperan que este gobierno cumpla la promesa de que estaría del lado del pueblo.
Diversos diputados y personeros de gobierno se han expresado apoyando la lucha de los trabajadores subcontratados y hasta han exigido la renuncia del gerente de ENAP. Eso sí, el tono ha estado marcado por los llamados a deponer la movilización. Como lo hizo Norberto Díaz, ex vicepresidente de la CUT y presidente de la Federación de trabajadores de ENAP, diciendo que “La lucha laboral es legítima, pero nada justifica que se ponga en riesgo el abastecimiento de hospitales, servicios públicos, cuarteles de Bomberos y consumidores en general”.
Y es que una cosa es “lidiar” con el boicot y lock out de una patronal que calculará costos y beneficios, descargando los primeros sobre las espaladas de los trabajadores y otra muy distinta es cuando se pone en acción la clase obrera que puede paralizar toda la producción capitalista donde reside el poder de la burguesía.
Desde distintas organizaciones sindicales han manifestado su apoyo a las medidas como algunos sindicatos de planta de ENAP Bio Bio, así como desde sindicatos portuarios y otros. Es importante extender esta lucha a nivel nacional de todos los trabajadores subcontratados de ENAP, colocando como norte el pase a planta de todos los trabajadores, siendo absorbidos por la mandante y ajustando la escala salarial al costo de la canasta familiar, sin depositar una gota de apoyo en los patrones “pymes” de las contratistas que esperan, frotándose las manos, que les mejoren los contratos para cortar su tajada y mantener a los trabajadores en la misma situación de miseria.
Es preciso avanzar hacia el control obrero de esta rama estratégica para la producción del país para controlar la producción, distribución, abastecimientos y precios de producción, que hoy amenaza a la población con especulación y racionamientos energéticos.
Todos por el triunfo de los trabajadores subcontratados de ENAP
El domingo 1 de mayo asistimos de principio a fin a la convocatoria a marcha y acto de la Central Clasista de Trabajadores en conmemoración del día internacional de la nuestra clase.
Como era de esperarse, a diferencia del acto oficial de la CUT donde desfilaron parlamentarios, convencionales y personeros de gobierno, al igual que en los gobiernos de Piñera y Bachelet, la represión no se hizo esperar asediando a los manifestantes ni bien comenzada la marcha con guanacos, zorrinos y piquetes de detención
En las postrimerías del acto, un grupo de lúmpenes, llamados “vendedores ambulantes” por la prensa burguesa, comenzó a amedrentar con palos y armas de fuego disparando contra los manifestantes. De esta acción resultaron al menos 4 personas heridas de bala, entre ellas Francisca Sandoval, periodista del Señal 3 La Victoria, cuyo estado es reservado y de extrema gravedad. Diversos registros audiovisuales dan cuenta de la coordinación, protección y acompañamiento de carabineros de estos elementos descompuestos, vale decir, de la misma categoría de lúmpenes aunque sin uniforme.
El gobierno y sus personeros comenzaron a darse vueltas sobre sí mismos, repudiando “enfrentamientos” y preocupándose por los “comerciantes” del barrio Meiggs. Pese a toda la evidencia disponible, demoran en detener a un par de estos individuos para finalmente, por medio de la justicia, la fiscalía y el ministerio del interior, les pareciera excesiva la “prisión preventiva” por lo que les otorgaron el beneficio de la prisión domiciliaria, quedando sólo uno detenido y protegido por la fuerza policial. Un pequeño contraste con los presos por luchar quienes llevan más de 2 años detenidos por montajes policiales, hacer una barricada o directamente condenados, como Felipe Santana condenado a 7 años de cárcel por quemar una banca de la catedral de Puerto Montt. Una muestra evidente del carácter de clase burgués de la justicia, el ministerio público y del propio ejecutivo.
Los militantes PC y FA que aún posan de estar “con el pueblo” salen a hablar de que carabineros “se mandan solos” que la institución estaría tomada por “poderes facticos” y toda una gran variedad de estupideces por el estilo. Por ello es que recurrieron a la PDI a que desarrolle las investigaciones como si esta institución no tuviera el mismo prontuario y actividad que el resto de los aparatos represivos, con expertos en montajes para condenar a luchadores, infiltración de provocadores, colocación de pruebas falsas, encubrimiento de ejecuciones, etc, etc. Baste recordar la confianza depositada y el rol que cumplió esta institución putrefacta en el asesinato del dirigente sindical de chilectra Juan Pablo Jiménez en el 2013, que determinó que lo mató una “bala loca”.
Pero éste no es un hecho aislado. Ya en la primera marcha estudiantil que enfrentara al gobierno de Boric, carabineros arrinconó con la represión a los estudiantes hacia el mismo sector donde fueron agredidos por este tipo de despojos humanos quedando un estudiante herido de gravedad. En dicha ocasión también se registra la coordinación con carabineros. Posterior a este hecho en una reciente marcha de secundarios en lucha, una pareja de provocadores con cuchillos en mano amedrentan y hieren a un joven, siendo éstos rescatados por los carros blindados cuando la movilización los encaraba.
Ya en países como Colombia, donde las víctimas de disparos de bandas paramilitares se cuentan por cientos, es común el uso de parte del Estado burgués de estos grupos comandados para asesinar a luchadores sociales y líderes sindicales.
El continuo respaldo y celebraciones a carabineros de parte del gobierno, la continuidad de su alto mando, la operación de lavado de cara progre (con sus escuadrones paritarios), el reforzamiento presupuestario, el aumento de dotación y pertrechos represivos en la zona sur, etc, demuestran de modo fehaciente que este gobierno, al servicio de la burguesía y el imperialismo, necesita de la esencia represiva del aparato de estado para mantener la dominación de clase.
No se trata ni de reformar, ni refundar esta institución, es preciso pelear por su disolución que impondremos por medio de la lucha de clases.
También es necesario levantar comités de autodefensa para preservar la integridad de los que luchan, repeler y derrotar la acción concertada de fuerzas represivas y sus elementos auxiliares.
No se puede confiar ni un milímetro en que el aparato burocrático del estado podrá dar una respuesta al reclamo de justicia. Ya lo hemos visto en la impunidad que abundan en los casos de muertos, mutilados y lesionados del 18-O, así como en los crímenes de decenas de luchadores asesinados en “democracia” y miles de muertos y desaparecidos durante la dictadura.
Es menester impulsar una comisión investigadora independiente de todo organismo estatal encabezada por la Señal 3 La Victoria, familiares y organizaciones obreras para esclarecer los hechos y convocar a la lucha por conquistar la justicia, la que no vendrá de la mano de esta democracia para ricos.
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Por la unidad internacionalista de los trabajadores en contra del imperialismo y la OTAN. ¡Fuera las tropas rusas de Ucrania!
Ese debe ser el grito de guerra de los trabajadores del todo el mundo en nuestro día. Debemos enfrentar esta situación histórica mundial con la fuerza de nuestra clase, para destruir este sistema capitalista que solo nos garantiza super explotación y una vida miserable.
En este día vuelven a flamear las banderas de la Comuna de París, de la Revolución Rusa, de los mártires de Chicago y de los dirigentes obreros que murieron o fueron asesinados enfrentando a este sistema capitalista. Por eso, a 136 años de aquel 1° de mayo en el que la burguesía norteamericana asesinó a los mártires de Chicago, debemos reafirmar las tareas de los revolucionarios en la pelea contra el capitalismo y sus instituciones. Luchamos por la destrucción del Estado burgués y nos apoyamos en la experiencia de la Revolución Rusa y su sistema soviético.
Este 1° de mayo nos encuentra a los trabajadores enfrentando las consecuencias de la pandemia, la guerra en Ucrania y la crisis económica, política y social. Asistimos a procesos inflacionarios a nivel mundial y un aumento en los alimentos y la energía producto de la guerra y las sanciones económicas impulsadas por le imperialismo contra la Rusia de Putin. Todo esto golpea de lleno en las condiciones de vida de nuestra clase.
La denominada “Operación especial” del gobierno de Putin en contra de Ucrania ya lleva más de dos meses de invasión, tratando de imponer mediante la fuerza militar las condiciones de un nuevo statu quo en el escenario mundial, después de la caída del muro de Berlín y el desmembramiento de la URSS.
Mientras tanto la OTAN utiliza este conflicto bélico para acelerar el proceso de asimilación de los ex Estados obreros, tratando de imponer condiciones de semi colonia a éstos. Por eso, en el territorio ucraniano se están definiendo procesos históricos inconclusos, en la necesidad de supervivencia del sistema capitalista.
Inexorablemente la asimilación de los ex Estados obreros se iba a plantear en la arena mundial y no en las particularidades de cada país. Por eso sostenemos la unidad revolucionaria del proletariado ucraniano y ruso en contra de sus gobiernos actuales, contra esta guerra que no defiende ninguno de nuestros intereses como clase.
En distintos lugares del planeta sectores de trabajadores han retomado los métodos de nuestra clase para enfrentar los procesos de la pandemia y el desarrollo de la guerra en Ucrania. Como sostenemos los marxistas, la unión creativa de lo consciente y lo inconsciente es lo que habitualmente llamamos inspiración. La revolución es la inspiración violenta de la historia.
Es en estos momentos en los que se torna primordial la intervención del proletariado como una clase internacional, para mostrar el poderío de una clase que puede enfrentar a sus Estados burgueses, transformar la guerra en Ucrania en guerra revolucionaria y detener el proceso de asimilación en los ex Estados obreros de forma revolucionaria.
Para que se desarrolle el internacionalismo es de primer orden la reconstrucción de la IV Internacional, para dotar de una dirección revolucionario a este proceso histórico, para regenerar una vanguardia obrera que pueda dar una perspectiva marxista al proletariado mundial. Creemos que como primera tarea en esa dirección debemos llamar a una Conferencia internacional de las corrientes trotskistas que aun reivindican la dictadura del proletariado para discutir las tareas ante la guerra en Ucrania y la crisis mundial.
Ante una dirección anárquica como es el sistema capitalista, que depende de sus Estados mayores armados para garantizar la reproducción del capital, nosotros peleamos por una dirección colectiva consciente, que prepare las etapas de la dictadura del proletariado, ya que el sistema actual engendra las condiciones materiales y las formas sociales para la reconstrucción económica de la sociedad.
COR Chile - LOI Brasil - COR Argentina
Charla debate
CRISIS, GUERRAS Y LOS DESAFÍOS DE LOS REVOLUCIONARIOS
Sábado 09/04
17hs Argentina-Brasil
16hs Chile
COR Chile - LOI Brasil - COR Argentina