En una votación el pasado 10 de julio los profesores han rechazado las migajas dadas por el gobierno. A pesar del llamado de la burocracia a terminar con el paro, a pesar de las maniobras para que en la votación primaran los sectores más pasivos de profesores, incluso aquellos que se han bajado del paro, la opción por volver a clases fue derrotada. No obstante ello la directiva del colegio de profesores prepara la derrota de la lucha docente, ya lo venían haciendo desde antes, ahora se reubican señalando que acatarán la votación. Se debe señalar que lo reñido de la votación demostró que existe un sector activo de profesores que han sostenido más de un mes de lucha y que  lograron imponerse a los intentos de la burocracia sindical por bajar la movilización. Los trabajadores más esclarecidos del activismo docente deben oponer una política activa contra la línea de la directiva que busca desviar esta lucha a la vía muerta del parlamento burgués. A su vez la burocracia se la jugará en nuevos episodios a revertir esta votación y derrotar al activismo docente. Ya lo afirmó Mario Aguilar al balancear los resultados de las votaciones, asegurándole al gobierno que “no están tan lejos” de la solución al conflicto. Un verdadero ofertón para maquillar un poco mejor las migajas de hoy y así en una nueva votación revertir este resultado de escaso margen. Ya el gobierno leyó que la directiva no consiguió deponer el paro y pretende que se abran las disputas internas para que el paro se caiga por su propio peso.

En las asambleas que seguirán desde hoy hasta la asamblea nacional del próximo miércoles 17 de julio, se debe preparar a la vanguardia docente para dar una fuerte pelea contra la burocracia. La importancia de la actual movilización requiere una reorganización del gremio docente. No basta con una asamblea de los representantes legales. Hay que imponer una gran asamblea nacional de delegados de base, que sean miles los delegados de las escuelas que se reúnan con mandato de sus bases a discutir el pliego de demandas y la continuidad del plan de lucha. La actual directiva volverá a golpear la puerta del ministerio a solicitar que aumenten un poco más la mísera oferta. La misma directiva que llamó a deponer el paro, que se la ha  jugó por bajar todos estos días de lucha con las manos vacías, y que no se jugó a evaluar con las bases las fortalezas o debilidades del plan de acción, sólo puede preparar el camino a la derrota, ya que se comprometieron públicamente con el gobierno a deponer la movilización. Tampoco será un recambio el ala burocrática de la antigua directiva comandada por Gajardo y cia, quienes han dado amplias muestras en el pasado de preferir partir en dos el magisterio antes que perder sus privilegios. Es por ello que hay que elegir e imponerle a la burocracia delegados negociadores.

Está planteado forjar al interior de los sindicatos de la educación una verdadera dirección que prepare y organice a la vanguardia docente, trabajadora y estudiantil, para enfrentar abiertamente los ataques del gobierno, y luche por la independencia de las organizaciones obreras del Estado burgués, bregando por derrotar incluso la política de la vía muerta de la presión al parlamento, institución de charlatanería por excelencia de la institucionalidad de la democracia para ricos.

Hoy 17 mil trabajadores de Wallmart  inician un proceso de huelga enfrentando la explotación de esta patronal imperialista. Corresponde al profesorado enfrentar al mismo Estado patronal que garantiza, sostiene y reproduce este régimen de explotación.

Impulsemos un Congreso de Delegados de base de todo el sistema educativo para votar un programa y un plan de lucha. Luchemos por un sistema único de educación como parte de la lucha de los trabajadores por el poder.

 

Corriente Obrera Revolucionaria

 

12/07/2019

Derrotemos el plan del gobierno y de la burocracia sindical

En la sexta semana de paralización, la directiva del colegio de profesores en pleno llama a deponer el paro. No lo hace con el orgullo de haber conquistado las demandas más sentidas y peleadas en estos 37 días de lucha y movilización, sino con la excusa de un “desgaste de fuerzas”. Exclama que llamar a la continuidad del paro sería llevar a los profesores a una “carnicería”. No se ha cansado de realizar declaraciones y conferencias de prensa para tratar de maquillar lo acordado con el gobierno como un gran logro, dejando para un futuro “plan de acción” los puntos fundamentales del petitorio. En este mismo acto da por tierra con toda la autoridad y confianza que depositaron miles profesores en todo el país en su dirección que enfrentando condiciones adversas, la represión del gobierno y dando muestras de abnegación y lucha, han llevado una lucha histórica para el magisterio, ejemplo para el conjunto de los trabajadores de la educación.

El directorio habla de que fue el “movimiento social” que despertó la movilización docente lo que obligó al gobierno a sentarse a negociar y conceder algunas migajas. Porque esa es la respuesta, nada más que algunas migajas. Es por el contrario el método de la paralización del sistema público de educación dejando vacíos los colegios y liceos lo que abre la puerta a que el resto de trabajadores del sistema educativo se plieguen a la paralización, desorganizando al Estado en el ámbito educativo, y cuestionando de conjunto a la educación burguesa.

Distinto a esto, la estrategia de la directiva del magisterio fue la de establecer un frente de organizaciones sociales para ejercer “presión” sobre lo que ellos llaman la “clase política”. Por ello no es de extrañar que saluden animosamente que para terminar con la doble evaluación docente, se enviará proyecto de ley; por la titularidad de horas de extensión, se enviará proyecto de ley; para valorizar la educación diferencial según su nivel medio, se enviará proyecto de ley; sobre la deuda histórica, una mesa técnica con legisladores, que puede terminar …en un proyecto de ley.

Para una de las demandas más sentidas, la mención a educadora de párvulos y diferenciales, no se obtiene absolutamente nada. Nos llaman a “tomar lo que nos ofrecen” y “que nos repleguemos”. Y que es eso que ofrecen? 45 lukas trimestrales!, por 44 horas de dedicación!, para las educadoras diferenciales, de escuelas diferenciales exclusivas o PIE, sujeto a capacitaciones!, y a aprobarse en…el proyecto de ley de presupuesto.

Evidentemente el gobierno tomó al pie de la letra el ofrecimiento de la directiva del magisterio donde exclamó que las soluciones a los graves problemas educativos, no requerían de mayores recursos.

Es prioritario que mañana miércoles el activismo docente, el que sostiene firmemente este paro, se vuelque de conjunto a los puntos de votación a convencer a los trabajadores de la necesidad de continuar con el paro hasta derrotar las políticas de ajuste del gobierno. Junto con esto es necesario impulsar con carácter de urgente una asamblea nacional de delegados de base de todo el magisterio para evaluar el plan de lucha a seguir y la necesidad de elegir delegados negociadores.  La misma directiva que llamó a deponer el paro, que se jugó por bajar 37 días de lucha con las manos vacías, y que no se jugó a evaluar con las bases las fortalezas o debilidades del plan de acción, sólo puede preparar el camino a la derrota, ya que se comprometieron públicamente con el gobierno a deponer la movilización.

Está planteado forjar al interior de los sindicatos de la educación una verdadera dirección que prepare y organice a la vanguardia docente, trabajadora y estudiantil, para enfrentar abiertamente los ataques del gobierno, y luche por la independencia de las organizaciones obreras del Estado burgués, bregando por derrotar incluso la política de la vía muerta de la presión al parlamento, institución de charlatanería por excelencia de la institucionalidad de la democracia para ricos.

Impusemos un Congreso de Delegados de base de todo el sistema educativo para votar un programa y un plan de lucha. Luchemos por un sistema único de educación como parte de la lucha de los trabajadores por el poder.

Corriente Obrera Revolucionaria

09/07/2019

 

El último fin de semana de junio, en el marco de la reunión del G20, se anunció con bombos y platillos la firma de un Tratado de Libre Comercio entre la Unión Europea y el Mercosur, luego de 20 años de negociaciones. Claramente este es un intento del imperialismo europeo para encontrar una salida económica en medio de la crisis capitalista y de la guerra comercial entre EE.UU. y China, que está afectando la economía de la región. En primer lugar, hay que decir que es un acuerdo entre un bloque imperialista que se encuentra en una crisis histórica irreversible y un bloque semicolonial que nunca funcionó como quisieron sus mentores. Además, por ahora es más parafernalia que avances concretos. Si bien los gobiernos sudamericanos, al menos los de los dos principales socios del Mercosur, Argentina y Brasil, están vendiendo los recursos naturales y el mercado regional al mejor postor, no será tan fácil que éste se apruebe en la UE. Por un lado, porque los Estados miembros lo deben analizar y hacer aprobar en sus respectivos parlamentos y esto puede tomar años. Por el otro lado, porque inmediatamente se hicieron sentir fuertes críticas de varios sectores económicos y políticos en los diferentes países, ya que favorecería a ciertas ramas de las economías en detrimento de otras. Lo que es seguro es que serán los trabajadores lo que recibirán la factura por el banquete.

 

Promesas de un lado, promesas del otro

Los gobiernos de Argentina y Brasil, que vienen desarrollando una línea de sumisión al imperialismo asociada a los sectores monopolistas, anunciaron esto como un logro enorme y los empresarios agrícolas se mostraron exultantes con la firma del tratado. Por ejemplo, Gustavo Grobocopatel, referente del agronegocio a nivel regional, festejó la hazaña con resonantes declaraciones: “Hay que permitir que haya sectores que desaparezcan”. Y nos iluminó sobre cuál es la clave para sacar provecho al acuerdo: “ser competitivos”. Le secundan las ocho instituciones de criadores de ganado bovino más importantes de Argentina, quienes mostraron un firme apoyo a la iniciativa. En contrapartida, los industriales se mostraron reservados: tienen que considerar si realmente pueden competir con la industria europea. La promesa de competitividad ha sido reflotada por el ministro de producción y trabajo argentino, Dante Sica, quien plantea que para lograr la meta se necesitan reformas estructurales profundas. Esto bien puede traducirse en avanzar con la reforma laboral en Argentina y la jubilatoria en Brasil, flexibilizar (aún más) el trabajo en el ámbito de todos los países miembro, atacar a las organizaciones sindicales y bajar los salarios reales, aumentando la explotación de los trabajadores de todas las ramas.

En Europa tampoco se hicieron esperar las repercusiones. En Alemania hubo sonrisas y quejas. Los industriales imperialistas prometen “bienestar y empleos”, mientras calculan que se van a ahorrar 4 billones de euros en impuestos con la baja de imposiciones aduaneras para introducir productos como autos (ahora paga 35% de impuestos), maquinaria (14 a 20%) y vino (27%). Obviamente el presidente de la Comisión Europea, J.C. Juncker, habló de un acuerdo en el que todos ganan, pero los únicos que están “muy contentos” son los miembros de la Cámara Alemana de la Industria y el Comercio, sobretodo la industria automotriz. Actualmente Argentina y Brasil tienen aranceles externos sobre las importaciones de automóviles, por lo tanto, las exportaciones de Europa al Mercosur con 78.000 unidades en 2018 han sido hasta ahora muy bajas. Desde la Cámara Automotriz Alemana esperan que con el acuerdo esto cambie. Si bien prometen seguir desarrollando las más de 140 terminales de producción de autos y autopartes en Sudamérica, apuestan a poder exportar autos terminados. A las antípodas de la visión optimista se encuentran las asociaciones de productores agrícolas de Alemania y Francia. La Asociación de Ruralistas alemana ya está reclamando que el acuerdo pone en peligro a muchas empresas familiares que trabajan bajo los más altos estándares europeos. Más vehementes fueron las asociaciones francesas, quienes denuncian una competencia desleal con las posibilidades de ingreso de carnes, azúcar y aves de corral de cientos de toneladas desde Sudamérica. Para estos sectores el acuerdo es totalmente inaceptable. Macron, cuyo gobierno está siendo fuertemente cuestionado y que aun no puede saldar la crisis que se abrió con la irrupción del movimiento de los “chalecos amarillos”, ha debido salir a declarar que Francia aún no está en condiciones de aceptar el tratado. Un sector político de peso en Europa que también ha rechazado totalmente este acuerdo son los Verdes, que vienen conquistando importante influencia en la superestructura de la UE y recientemente han ganado nuevos parlamentarios. Su argumento es que la agricultura en Sudamérica no respeta los estándares de economía verde por los que han luchado en el viejo continente. La deforestación y el uso masivo de pesticidas en el agro del Mercosur preocupan a los lobbistas ecológicos.

 

Un chantaje a los trabajadores

Los gobiernos que alentaron la firma del TLC prometen que es bueno para el desarrollo económico y el empleo. En realidad, pondrá a competir a los trabajadores de una región contra los de otra. El chantaje de las patronales pasará por la “necesidad de bajar costos laborales” para competir con las importaciones. Así, presionarán con baja de las condiciones de trabajo a cambio de no despedir. En Argentina ya hemos visto ejemplos de este apriete con los Preventivos de Crisis que varias empresas como Coca Cola, el grupo Madanas y otras presentaron en lo que va de 2019. De la misma manera, en Europa los patrones apelan a estos métodos. La pérdida de puestos de trabajo por la crisis preocupa a enormes sectores en ambas regiones, pero lamentablemente esta preocupación es usada por distintas fracciones de la burguesía para enfrentarnos con nuestros hermanos de clase en pos de promesas vacías. Así como en Argentina y Brasil los bonapartismos sui generis se disputan el apoyo de sectores del proletariado, atándolos a intereses de clases enemigas; en Europa los intentan seducir con ideas nacionalistas que los Estados imperialistas utilizarán para justificar el saqueo a las semicolonias. Los que recetan proteccionismo y cerrar las economías se deben enfrentar a la falta de financiamiento y a la pérdida de mercados para exportar...

 

Por un programa internacionalista y revolucionario

El proletariado sudamericano y europeo tiene un interés de clase común, que es la liberación de la sociedad de la explotación capitalista. La metáfora de la “sábana corta” que usan los gobiernos capitalistas para favorecer a ciertos sectores en detrimento de otros es la expresión más cínica de la anarquía que reina en la economía. Y siempre los perjudicados son los trabajadores. En los países imperialistas europeos es fundamental que el proletariado enfrente a sus propios Estados que someten a los trabajadores en las semicolonias. Y en los países semicoloniales, debemos enfrentar a las sub-burguesías que nos someten a los dictados del capital imperialista y nacional. Es una tarea de primer orden que los proletariados europeo y sudamericano enfrenten este acuerdo y así preparen las condiciones revolucionarias para derrotar a sus propios Estados. Hay que romper con las corrientes patronales y sus agentes en nuestras propias filas para imponer la más férrea unidad internacionalista del proletariado. Esto implica organizar a la vanguardia obrera y recuperar a los sindicatos de las manos de las burocracias que sostienen a los Estados capitalistas, en pos de un programa obrero, que por esencia es internacionalista. Debemos comenzar desde ahora a sentar las bases de esta unidad internacional, comenzando con iniciativas como acciones conjuntas contra las patronales multinacionales que nos explotan tanto en Europa como en Sudamérica. Para ir preparando las condiciones revolucionarias que nos permitan avanzar en la expropiación de los patrones, superando los límites de las fronteras nacionales que impone el capital. Es tarea del proletariado europeo destruir la UE imperialista para construir la Federación de Estados Unidos Socialistas de Europa; así como es tarea del proletariado sudamericano poner en pie una Federación de Estados Unidos Socialista de América Latina. Estas tareas requieren de una dirección revolucionaria firme, que agrupe a la vanguardia más consciente del proletariado internacional, lo cual implica, a su vez, avocarnos a la construcción de las secciones nacionales de la IV Internacional, el partido de la revolución.

 

 

HAY QUE DOBLARLE LA MANO AL GOBIERNO PATRONAL, SU ESTADO Y DERROTAR LOS PLANES DEL IMPERIALISMO EN LA REGIÓN

El paro de los profesores continua, luego de 30 días de movilización por los 12 puntos del petitorio, rechazando mayoritaria y contundentemente la propuesta del gobierno que prácticamente se la está jugando por que se termine el paro en engañosas mesas de trabajo y promesas de… “proyectos de ley”, es decir, espera que la paralización termine para luego comenzar con las represalias hacía los docentes. Ya lo dijo Cubillos, si continúa el paro las clases no se puedan recalendarizar y los salarios no se pagarán. Tratan de doblegar la lucha de los profesores. Ya se están organizando en distintas comunas con iniciativas para recaudar fondos. Hay que impedir la maniobra del gobierno levantando un fondo de lucha nacional y exigir en el pliego el pago íntegro de los días caídos.

A este amedrentamiento se suma la línea represiva del gobierno donde se denuncia una serie de vejaciones sufridas por profesoras con detenciones y apremios en comisarías, además del actuar represivo de carabineros en las marchas y movilizaciones.

Este miércoles 3 de julio se lleva a cabo un paro nacional educativo, convocado por los profesores al que se han sumado trabajadores del ámbito de la educación de la ANEF; de trabajadores de JUNJI y JUNAEB (en lucha contra un ataque en forma de proyecto de ley para desfinanciar la educación inicial con subvenciones a la carta); trabajadores del ministerio de educación ANDIME, a los que se han plegado organizaciones de estudiantes universitarios y secundarios (CONFECH, ACES, Centro alumnos IN, etc).

El anuncio llevado a cabo por las direcciones de estas organizaciones toma como eje la defensa de la “educación pública”. Sin bien hoy a la cabeza de la lucha se encuentran los profesores de la educación pública, que es donde más se deja ver la crisis del aparato educativo, el ataque de la misma crisis capitalista afecta al sistema educativo de conjunto. Ya lo hemos visto en las luchas de los trabajadores del sector particular subvencionado resistir los embates a la precarización de la educación. Esta lucha debe retomar la pelea contra el conjunto del sistema educativo que se iniciara en el 2011. Lucha que fue desviada mediante reformas cosméticas del gobierno de la Nueva Mayoría, y la cooptación en las instituciones de la democracia burguesa de los dirigentes estudiantiles de entonces. Hoy es prioritario poner todos los esfuerzos por el triunfo de los profesores apuntalando los puntos de su petitorio y evitando la “flexibilización” de sus demandas como está haciendo la directiva del Colegio de Profesores.

Esta lucha debe ser el puntapié para volver a colocar al centro el cuestionamiento del carácter de clase de la educación, orientada a reproducir mano de obra barata para la explotación capitalista. La unificación de los trabajadores de la educación debe profundizarse con un plan de lucha conjunto. Al mismo deberán plegarse los estudiantes tomando universidades y colegios en una gran lucha educativa sin distinción de su carácter jurídico, público y lo privado, enfrentando al mismo Estado patronal que hoy día, en manos de su brazo coercitivo, reprime las luchas de los docentes, de los estudiantes y demás  trabajadores, que despide masivamente a trabajadores en Codelco, etc , etc,

Además se debe evitar que esta lucha caiga en la vía muerta del parlamento burgués, terreno donde la burguesía buscará desviar la lucha, para terminar con alguna promesa de legislación para profundizar la decadencia del sistema educativo.

Este llamado a paro debe tener continuidad en una convocatoria urgente a un Congreso Educativo de delegados de base de todos los trabajadores de la educación.

No basta con la unidad formal de las directivas en “Espacios” vinculantes. Es necesario que los sindicatos de trabajadores de la educación se vinculen orgánicamente en un pliego único de demandas y en un solo plan de lucha para extenderlo al sistema educativo de conjunto, enfrentar al estado patronal, y la intransigencia del gobierno llamando a profundizar el paro indefinido.

Un congreso educativo de lucha, con delegados de base, donde se discuta un programa educativo para acabar con la educación burguesa, para abrir de par en par la escuelas y universidades a la clase trabajadora, disputando con la burguesía la orientación de la educación peleando por imponer un sistema único de educación, que será el corolario de la lucha de los trabajadores por el poder.

La lucha de clases de la educación se profundiza en la región contra los planes del imperialismo, como en Brasil contra el recorte presupuestario, en Argentina contra las persecuciones a docente y estudiantes en lucha, o en Honduras contra la cruenta represión del Estado asesinando a estudiantes. Es preciso que impulsemos la unificación de nuestras luchas contra la patronal y el imperialismo.

Congreso de delegados de base de todo el sistema educativo

Levantemos un plan de lucha unificado y un pliego único de demandas

  • POR UN PLAN NACIONAL DE INFRAESTRUCTURA
  • PAGO DE LA MENCIÓN DOCENTE
  • PAGO DE LA DEUDA HISTÓRICA
  • PAGO ÍNTEGRO DE LOS DÍAS CAÍDOS
  • LEVANTEMOS UN FONDO NACIONAL DE LUCHA
  • ABAJO LOS PLANES DE AJUSTE DEL GOBIERNO
  • AUMENTO DEL PRESUPUESTO EDUCATIVO
  • ENFRENTEMOS LA REPRESIÓN DEL ESTADO
  • FUERA LA POLICÍA DE COLEGIOS Y UNIVERSIDADES
  • ABAJO LA LEY AULA SEGURA
  • POR UN SISTEMA ÚNICO DE EDUCACIÓN

Los trabajadores  de Codelco de la división Chuquicamata de Calama ya perfila su quinto día de huelga en su proceso de negociación colectiva.

Más de 3200 trabajadores afiliados a los sindicatos 1, 2 y 3 decidieron en asambleas conjuntas tomar la determinación de pasar a la acción realizando la paralización de la división. La respuesta del directorio de Codelco no se hizo esperar y el martes 18 cuando los trabajadores se proponían instalar un campamento en los ingresos de la minera, estos estaban prácticamente militarizados por grupos de choque del GOPE de carabineros. La represión se desató sobre los trabajadores y sus familias con gases lacrimógenos, carros hidrantes y balas de goma dejando trabajadores heridos, los que fueron atendidos por sus compañeros del hospital del cobre. Además 12 trabajadores quedaron detenidos y se les abrieron cargos de parte de carabineros. La lucha continuó bloqueando las rutas de acceso a la planta y se realizó una asamblea evaluando una “nueva propuesta” de parte de la empresa para bajar la lucha, la cual fue rechazada masivamente.

Esta huelga tiene como transfondo el plan de la estatal Codelco de reconvertir Chuquicamata de mina a rajo abierto a mina subterranea, y con dicho proceso dejará de acá al año 2023 más de 5 mil familias en la calle, entre ellos un tercio de los trabajadores de los sindicatos hoy en huelga. Las directivas sindicales se allanaron, más que a impedir los despidos, a luchar dentro del pliego de negociación por imponer la continuidad de la cobertura de salud para los trabajadores que se retiren de mayor edad, dado que las enfermedades respiratorias como la silicosis son moneda corriente entre la clase obrera minera. Además levantan medidas tales como la igualdad de beneficios para los trabajadores nuevos, o la disminución de la subcontratación y participación en el proceso de transformación, entre otros.

Es crucial que esta huelga le doble el brazo a la estatal, que en representación de las grandes multinacionales del rubro minero, pretenden descargar la crisis del capitalismo, de la caída de los precios del Cobre, de la caída de las exportaciones y de la completa anarquía de la explotación del mineral sobre las espaldas de los trabajadores. Pretenden así bajar los “costos de producción” que no significa otra cosa que golpear directamente sobre el salario, incrementando al mismo tiempo la desocupación estructural que ya roza el 10% en la región de Antofagasta según datos oficiales.

Para potenciar esta lucha es necesario llamar a asambleas sindicales  en todas las faenas mineras, empezando por Codelco para extender las métodos obreros de lucha que ha sabido desplegar la clase obrera del cobre, con piquetes, tomas de caminos, tomas de plantas, etc. Es necesario poner en pie comités de autodefensa para derrotar la represión del Estado que no es otra cosa que una agencia de gestión de los negocios capitalistas. Es justamente en empresas como Codelco o Enap (donde han desvinculado más de 600 trabajadores recientemente) donde su calidad estatal deja ver el carácter patronal del Estado que las regentea. Por ello consignas tales como las de “renacionalización”, sobre todo en boca de los personeros de la oposición burguesa como la Nueva Mayoría, sólo significan mantener atados a los trabajadores a los dictámenes de la dominación del gran capital, amo y señor de la propiedad de los medios de producción de la gran minería mediante los cuales expropia la riqueza generada a diario por la fuerza de trabajo. Es por ello que es prioritario que los sindicatos comiencen a imponer el control obrero de la minería tanto estatal como privada. Es necesario levantar un plan de producción minero e industrial que imponga la escala móvil de horas de trabajo y salarios, impidiendo que haya un solo desocupado, y por el contrario incorporar a la producción a todo trabajador cesante.

Los sindicatos en huelga pueden hoy convocar urgente a un Congreso de Delegados de base de la minería para levantar un pliego único de demandas, un plan unificado de lucha y discutir un programa obrero de salida a la crisis. En este camino de organización y de lucha contra el gobierno, la patronal y los planes del imperialismo es que pueden confluir en su accionar con todos los sectores de trabajadores como los docentes que llevan adelante un paro histórico contra las políticas del gobierno.

Los profesores continúan en pie de lucha con un paro indefinido que cuenta ya más de 16 días. El jueves 20 de junio se anuncia una masiva movilización en el centro de Santiago. Y es que el gobierno ha tenido una nula respuesta al petitorio de los docentes por mejores condiciones laborales. Ante el paro, ha ofrecido mesas de diálogo que sólo buscan descomprimir la lucha. Fue la misma burocracia sindical docente la que desde un principio planteó que no se requerían recursos adicionales (!) para solucionar los graves problemas de los colegios y de las condiciones laborales docentes. El documento propuesto por el gobierno, que dejaba a un lado a docentes del área diferencial y de párvulo, además de la deuda histórica, los profesores a contrata, etc, etc, fue rechazado rotundamente por la votación de las bases las que decidieron continuar con este contundente paro. Además el gobierno pretendió reforzar la idea de que los problemas de los docentes se centran en la persecución penal y policial hacia el estudiantado. El miércoles 19 se ha suscitado una cruenta represión en el Instituto Nacional ingresando a las aulas los propios carabineros y reprimiendo a mansalva al activismo docente que estaba difundiendo la lucha.

No nos engañemos, la situación en decadencia y abandono en que se encuentran los colegios (ratones en las escuelas, sin calefacción en las aulas de las zonas más australes, baños destruidos, sin implementos higiénicos, sin material didáctico) además de la desidia administrativa de la burocracia estatal que no solo es incapaz de realizar en tiempo la distribución del miserable presupuesto educativo, la sobrecarga de trabajo del personal docente, etc, etc, no sólo requiere de medidas de fondo, sino que implica la pelea por mayor presupuesto educativo.

Por su parte la Democracia Cristiana viene presentando un proyecto de Estatuto Docente para tratar de canalizar la lucha por medio del parlamento. Es preciso desarrollar una política de independencia de clases evitando atrapar la lucha en los marcos de las instituciones de la democracia burguesa.

Se han sumado a este gran paro de los profesores las paralizaciones de advertencia de las trabajadoras de las Junji , Integra, etc, contra el sistema de subvenciones a los niveles medio de párvulos, lo que afectará al presupuesto de los jardines infantiles, ya que muchos de ellos no tiene reconocimiento oficial, lo que extremará su precaria existencia.

Del mismo modo la juventud estudiantil se encuentra en pie de lucha contra J “aula segura” donde se busca acortar los tiempos de expulsión a los estudiantes y por pliegos que se dirigen a criticar el calamitoso estado en que se encuentra la infraestructura de los colegios entre otras cosas. Lucha que también ha tenido como respuesta la represión donde es cotidiano ver el ingreso, las golpizas y los montajes de la policía en los colegios.

Se trata de la crisis de la educación burguesa. Crisis que está en sintonía con los ataques que realiza el imperialismo sobre el conjunto de Latinoamérica, donde los trabajadores de la educación junto a los estudiantes vienen dando importantes luchas contra los planes de ajuste y precarización como en Argentina o Brasil

Paro y Congreso Educativo

Se debe unificar en una sola lucha a los profesores con los trabajadoras asistentes de la educación, educadoras de párvulos, trabajadoras de las Junji e Integra. Para avanzar e evitar que estas luchas se cierren de manera aisladas se debe votar en cada escuela, liceo y en universidades fortalecer el paro docente mediante un gran un paro educativo nacional que incluya a docentes, funcionarios, asistentes, y estudiantes.

Es necesario impulsar un congreso educativo de lucha, con delegados de base, donde se discuta y vote un pliego único de demandas para enfrentar al gobierno, y su represión, a los patrones de la educación. Es necesario unificar a la vanguardia en lucha contra los planes del imperialismo.

Nestas últimas semanas, a divulgação dos resultados econômicos do primeiro trimestre e, recentemente, o vazamento de conversas do Ministro da Justiça, Sergio Moro quando ainda juiz, com os procuradores da Lava Jato ampliaram a crise política no governo Bolsonaro. Em cinco meses, o governo acumula suspeita de relações com milicianos, constantes trocas de cargos de confiança em ministérios, inúmeras quedas de braço com o Congresso e massivos protestos contra os cortes orçamentários para a educação. Os atos de apoio ao governo, convocados pelo próprio Bolsonaro em 26 de maio, tentaram pressionar o “centrão” do Congresso para aprovação da agenda do governo, porém expressaram rachas internas no PSL e na base de apoio congressual do governo.

O resultado negativo do PIB, com queda de 0,2% derrubou ainda mais a expectativa de crescimento para 2019, reduzida pela 15º vez, agora em 1%. O resultado negativo é o primeiro desde 2016 e é o reflexo de baixa atividade em quase todos os setores da economia (agropecuária teve queda de 0,5% e a indústria de 0,7%) e analistas já anunciam a possibilidade de “recessão técnica”, com dois trimestres consecutivos de queda. O desemprego atinge 13,2 milhões de pessoas e, considerando a população subutilizada, este número chega a 28,4 milhões - uma alta de 3,9% do último trimestre. Dados estes que colocam o governo em descrédito entre setores que o apoiaram, como o agronegócio e investidores de fundos, aumentando a pressão pela aprovação de reformas e mudanças mais profundas, tarefa para a qual foi eleito.

O vazamento das mensagens entre procuradores da Lava Jato, longe de demonstrar um “ataque à democracia” como gritam os reformistas, escancarou seu modo de funcionamento e sua inerente disputa interburguesa. A ideia defendida por estas correntes de que a Lava Jato interviu no processo democrático e promoveu um governo “fascista” ou “antidemocrático” frente a possibilidade de uma “boa” democracia (com “boas” reformas), nada mais é do que a dissimulação do caráter de classe da democracia burguesa. Como forma de dominação da burguesia, a democracia burguesa só pode defender seus interesses, independentemente do governo de plantão (se mais ou menos conciliatório). Nos países semicoloniais, como o Brasil, a submissão ao imperialismo impede que a débil burguesia nacional exerça essa dominação de forma direta, precisando ora se alinhar diretamente com o imperialismo, ora tentando negociar sua dominação apoiando-se no proletariado.  Porém, os interesses da burguesia são inconciliáveis com os da classe trabalhadora e, portanto, a democracia burguesa e suas instituições não nos servem!

 

A REFORMA DA PREVIDÊNCIA TEM UM ÚNICO PROPÓSITO: REPASSAR AOS TRABALHADORES O CUSTO DE SUA PRÓPRIA EXPLORAÇÃO!

A Reforma da Previdência insere-se no conjunto de políticas de ataque aos trabalhadores em todo o mundo; políticas com as quais o imperialismo busca encontrar uma saída para a crise estrutural do capitalismo. Através de ajustes e reformas fiscais, previdenciárias, trabalhistas, sociais e educacionais, a burguesia intenta impor uma nova relação entre o Estado e as classes sociais, rompendo com os pactos e instituições construídos no pós-guerra (como o estado de bem estar social nos países imperialistas) repassando aos trabalhadores os custos de manutenção do aparato estatal, bem como de suas prerrogativas sociais. Na última década, países como França, Alemanha, Espanha, Grécia e Rússia aplicaram reformas previdenciárias que aumentaram a idade mínima e o tempo de contribuição. Outros países, como Portugal, Dinamarca, Itália, Suécia e Reino Unido realizaram mudanças além do aumento gradual na idade mínima, como novos cálculos para o benefício, corte nas aposentadorias já pagas ou mudanças no regime de repartição, incluindo a capitalização.

Nos países semicoloniais, na América Latina, as reformas e ajustes se apresentam com maior crueldade. A crise do capitalismo e sua permanência no tempo, reconfigurou as relações interestatais, com o imperialismo abrindo disputas políticas e comerciais e disciplinando as semicolônias com maior ingerência e com uma política clara de exportação da crise. Neste sentido, estes países orientam sua política de estado aos interesses do imperialismo, aumentando ainda mais o grau de exploração de seus trabalhadores. Contudo, não o fazem sem encontrar resistência dos trabalhadores como na Argentina, Rússia, Haiti, Chile e de forma mais emblemática na Nicarágua, onde o governo, mesmo utilizando de intensa repressão, foi obrigado a recuar.

Já o governo Bolsonaro atua neste sentido: procura ser o capacho do capital imperialista na sua exploração feroz por manutenção de seus lucros e dividendos. Por isto apresenta uma reforma da Previdência mais agressiva do que as reformas apresentadas por governos passados, incapazes de aprová-la.

Este projeto prevê a desconstitucionalização da Previdência, facilitando novas reformas futuras com aprovação de maioria simples no Congresso. Também decreta o fim da aposentadoria por tempo de contribuição, do acúmulo de aposentadoria com pensão e da vinculação do benefício previdenciário ao salário mínimo. Impõe idades mínimas de 62 e 65 para mulheres e homens, respectivamente, com projeção de aumento gradual a medida que a expectativa de vida também aumente. Além disso, determina em 20 anos o tempo de contribuição mínimo para a aposentadoria com benefício de 60% (calculado com base na média de todas as contribuições realizadas e não mais a média sobre 80% das maiores contribuições). Para o benefício integral (100% da média de todos as contribuições), o trabalhador deve ter, além da idade mínima, 40 anos de contribuição. Isto, num país onde o desemprego é estrutural, pois não há recuperação dos postos de trabalho. Ou seja, não há perspectiva de o trabalhador médio brasileiro reunir os critérios de idade e tempo de contribuição para se aposentar. A reforma da Previdência significa, na prática: trabalhar até morrer!

O projeto também disciplina estados e municípios a criarem a Previdência Complementar e lhes dá autonomia para cobrança de até 22% na alíquota previdenciária de servidores públicos. Outra mudança proposta no projeto é do sistema de repartição social da previdência para o regime de capitalização, no qual a contribuição do trabalhador é gerida pelos bancos no mercado financeiro. Esse sistema, adotado nos anos 80 e 90 em alguns países na América Latina, hoje é responsável pela miséria de muitos trabalhadores ao se aposentarem. Num contexto de alto desemprego e terceirização dos postos de trabalho, muito próximos à informalidade, a Reforma da Previdência representa, na prática, o fim da seguridade social.

 

GOVERNO ARTICULA E AS DIREÇÕES RIFAM NOSSOS DIREITOS!

Apesar de vender a imagem de “nova política” e após tentativas de medir forças com o congresso, o governo Bolsonaro teve que ceder a “velha política”, seu único meio de vida. Seus atos de apoio foram expressivos, porém não suficientes para prescindir de sua base congressual e a pressão da burguesia pela aprovação da reforma da previdência (considerada como pontapé inicial para outras reformas profundas, como a fiscal) aceleraram um novo “pacto” entre os poderes para viabilizar a agenda do governo. Todos os partidos políticos já entregaram suas emendas ao projeto, inclusive os opositores ao governo. Em sua grande maioria, as emendas buscam amenizar o tempo de transição para os trabalhadores que estão na ativa. Os governadores dos estados, até os dos partidos opositores, também já manifestaram apoio à reforma com algumas mudanças pontuais. Ou seja, os partidos de oposição (inclusive os considerados de “esquerda”) são favoráveis à reforma; são contrários apenas ao projeto do governo, numa tentativa de trazer o protagonismo de sua aprovação ao congresso. Além disso, aproveitam o levante dos estudantes contra os cortes na educação para eleger o tema como pauta principal de oposição ao governo Bolsonaro, já que possuem acordo com as reformas. O relatório sobre a reforma deve ser aprovado nos próximos dias.

As direções sindicais seguem a mesma diretriz dos partidos políticos a qual estão alinhadas, sejam eles claramente burgueses ou reformistas. Priorizam a pressão parlamentar e apostam na crise política do governo para retardar a aprovação da reforma, num modo claro de negociar pontos específicos da reforma, como a retirada da capitalização, a manutenção do BPC e regras especiais para professores, ao invés de organizar a luta pela sua derrubada. Os partidos reformistas e centristas priorizam, na discussão da reforma, a questão da existência ou não do déficit na Seguridade Social e apontam como “saída” políticas de administração do estado burguês como taxação de fortunas e execução das dívidas de empresas devedoras de impostos. Depois do vazamento das conversas da Lava Jato, buscam canalizar a disposição de luta dos trabalhadores para empurrar a pauta “Lula Livre”, demonstrando total adaptação ao estado burguês e suas instituições. Após alguns atos no estilo “rumo à greve” e por pressão de suas bases, as direções convocaram a Greve Geral em 14 de junho, sem nenhuma organização de base e orientando os trabalhadores a ficarem em casa, pois temem perder o controle e a direção do movimento.

 

NENHUMA NEGOCIAÇÃO! DEVEMOS ORGANIZAR A LUTA PELA DERRUBADA DA REFORMA!

Não podemos aceitar que as burocracias rifem nossos direitos trabalhistas como forma de se cacifarem num cenário político incerto, almejando o estreitamento de sua relação com o Estado burguês, como nos governos anteriores. A reforma deve ser totalmente derrubada. Para isso precisamos construir uma luta árdua com nossos próprios métodos de classe. É preciso ocupar as ruas e paralisar cada posto de trabalho. É mais do que urgente que os trabalhadores deem uma batalha pela independência de classe no interior dos sindicatos, recuperando-os das burocracias sindicais, para colocar em pé um plano de lutas classista que derrube a Reforma da Previdência e demais ataques do governo. Não há saída para os trabalhadores dentro da democracia burguesa! É preciso construir a Greve Geral por tempo indeterminado pela derrubada da Reforma da Previdência!

El martes 11 de junio, decenas de miles de docentes, ingresaron por las autopistas de acceso a la ciudad puerto de Valparaíso en una marcha de más de 11 kilómetros para confluir en una gran concentración copando el centro porteño.

Esta es la segunda manifestación de envergadura nacional convocada por el Colegio de Profesores en el marco de un Paro Nacional Indefinido que inició el pasado 3 de junio y mantiene paralizado a casi la totalidad de los colegios públicos.

Lo que disparó la decisión de los delegados del CdP a optar mayoritariamente por la modalidad de paro indefinido, no sólo fue la nula respuesta que recibieran en meses de mesas de conversaciones de la directiva con el ministerio de educación, sino la situación en decadencia y abandono en que se encuentran los colegios (ratones en las escuelas, sin calefacción en las aulas de las zonas más australes, baños destruidos, sin implementos higiénicos, sin material didáctico) además de la desidia administrativa de la burocracia estatal que no solo es incapaz de realizar en tiempo la distribución del miserable presupuesto educativo, sino la sobrecarga de trabajo del personal docente.

A diferencia de otras paralizaciones, ésta no incluye entre sus exigencias la del aumento salarial. Se trata de una lucha por mejorar las condiciones laborales y contra las condiciones de precariedad, insalubridad e indigencia en que se encuentra la educación en su conjunto. A esto hay que sumarle la modificación que dictara el ministerio de educación de eliminar la obligatoriedad de impartir las asignaturas de historia, educación física y artes en los niveles de 3° y 4° medio, lo que en los hechos significaría su eliminación en los colegios de escasos recursos.

Además que no sólo en el sector público, aunque es donde se evidencia con mayor profundidad con cierre de colegios por bajos puntajes o deserciones de estudiantes, sino también en el sector particular subvencionado, donde los mercaderes de la educación reconvertidos en fundaciones de triangulación de dinero por la gran reforma “progre” del gobierno anterior, vienen asestando golpes a las condiciones de trabajo y salario de los docentes y funcionarios, como lo evidenció la ejemplar lucha de 36 días de los trabajadores de 5 colegios de la Corporación El Bosque. 36 días en los que burócratas sindicales se pavonearon en muestras de solidaridad a un tweet de distancia, sin que movieran un dedo para apoyar de forma efectiva esa lucha que finalmente bajaron por desgaste.

Hacia la juventud que salió a luchar, que tiene como caso testigo el Instituto Nacional, el gobierno ha respondido con la aplicación de la ley, aprobada por oficialismo y oposición, rebautizada por el activismo como J “aula segura”, que además de acortar los tiempos de expulsión de alumnos de los colegios, ha tenido como principal protagonista cotidiano la represión de carabineros, con ingresos a los colegios, lanzamiento de gases lacrimógenos en los recintos en clase, detenciones , abusos y golpizas arbitrarias a menores, revisión ilegal de mochilas, entre otras perlitas de estos agentes represivos.

El pliego levantado por los docentes (12 puntos, incluyendo la anulación de la eliminación las asignaturas en la media) es amplio y variado. Pago de la deuda histórica; utilización adecuada de las horas no lectivas, exceso de trabajo burocrático, reemplazo de licencias y vacaciones; dotación docente que rebasa con creces el mínimo de personal a contrata, con 20 años de antigüedad algunos; por contratación indefinida y derecho a indemnización en caso de despido; pago de bonificaciones de acuerdo a cargo y nivel; fin a la doble evaluación docente; democratización de las carreras de cargo; pago de vacaciones a quienes hayan trabajado por 6 meses; fin a la doble evaluación docente, fin al SIMCE como método de estandarización para el cierre y abandono de colegios; carrera profesional docente; normalización de los servicios locales de educación que mantiene en el abandono a colegios ya en emergencia; y temas “urgentes” reevaluación de apelaciones, reapertura de cupos para retiro, revisar catastro docentes en deuda histórica, etc.

Según lo que expresó el Presidente del CdP Mario Aguilar, de todos los puntos sólo uno requería mayores recursos (deuda histórica) el resto era un tema de “voluntad política”. Esta afirmación de parte de la burocracia sindical expresa toda una declaración de intenciones de no solo no dar respuesta hasta el final al propio pliego docente, sino que manifiesta la intención de cerrar rápidamente  algún protocolo de buenas intenciones con el gobierno para sentarse a dialogar, descomprimir y desviar las fuerzas que este paro desató.

Ante esta inminente traición de la burocracia es necesario convocar a un Congreso de Educativo Nacional de Emergencia, de trabajadores docente y no docentes, votando delegados en todas las escuelas (publicas y particulares) e integrando a las universidades para amplificar este paro en una verdadera lucha educativa, levantando un pliego único de demandas para enfrentar al gobierno, a los patrones de la educación y a los planes del imperialismo.

Esta lucha ha recibido la solidaridad formal de parte de las burocracias sindicales agrupadas en la IEAL (Internacional de la Educación América Latina) con Hugo Yasky de la CTERA (Argentina) en calidad de presidente de este agrupamiento. Esta solidaridad da cuenta del ataque sistemático que recibe la educación en la región de parte del imperialismo que mediante el ajuste presupuestario y las medidas represivas pretenden descargar las crisis capitalistas sobre los trabajadores y el pueblo. Por ello será necesario que el activismo latinoamericano que está dando grandes luchas tanto contra estos planes como contra las direcciones burocráticas que las coartan, redoble sus esfuerzos para unificarse de forma efectiva, y comience a debatir una salida programática común para la educación, arrebatándole de las manos la orientación de la misma a la clase capitalista.

Entre el 23 y el 26 de mayo se realizaron las elecciones del Parlamento europeo en los países miembros, incluido el Reino Unido, que aún no resolvió su salida de la Unión. Las tendencias que en ellas se expresaron pueden considerarse como una caja de resonancia de la profunda debacle en la que está sumida la UE. En una arena mundial signada por una crisis capitalista que desde hace diez años no puede cerrarse, los cimientos que permitieron la edificación de la UE y los Estados de bienestar que la conforman se están cayendo uno a uno.

 

Europa presa de la guerra comercial

 

Un primer elemento para apuntar a la hora de analizar estas elecciones es la guerra comercial entre Estados Unidos y China, que está haciendo estragos en los distintos países europeos, cuyas economías se están viendo fuertemente afectadas por las cambiantes reglas económicas que Trump quiere imponer en el mercado mundial. Una de sus consecuencias más patentes es la desocupación creciente en regiones tradicionalmente industriales de varios países. Los puntos calientes de la situación, que de una u otra manera se plasmaron en los resultados electorales, pasan por la competitividad de los productos nacionales en el mercado internacional, cómo afectan las medidas proteccionistas y los incentivos económicos a las empresas de capital imperialista en otros países, la cuestión del desarrollo de la industria y la productividad. El eje central de esta discusión es la necesidad de establecer un nuevo pacto capital-trabajo en el territorio de cada uno de esos Estados, incluyendo la cuestión de la mano de obra inmigrante, que permita abrir un periodo de acumulación capitalista a largo plazo. Pero la burguesía imperialista de conjunto no ha podido dar una respuesta a esta necesidad dada su indefectible tendencia a la decadencia. Y dentro de las potencias imperialistas, es en Europa donde más se nota la lucha de fracciones y la incertidumbre ante la imposibilidad de dar una salida imperialista a la situación. Claramente, esta búsqueda sólo traerá penurias a la clase trabajadora, ya que su supervivencia depende de aplastar al proletariado, si es necesario con sangre.

 

Luchas inter burguesas al interior de los imperialismos europeos

 

En la isla británica el hecho de haber llegado a las elecciones europeas ya muestra un fracaso total del proceso de Brexit abierto con el plebiscito de 2016. El empantanamiento en el Parlamento para lograr una salida consensuada de la UE sigue generando consecuencias en Westminster. Los partidos que han venido sosteniendo el régimen imperialista desde el “nuevo orden mundial” de la segunda mitad del siglo 20 están haciendo agua. La discusión de cómo sale Gran Bretaña de la UE ha dividido tanto a los tories como a los laboristas y hoy sus dirigentes están siendo cuestionados por sus propios partidos, así como por la sociedad británica. En el mes de junio Theresa May debería dejar el gobierno para abrir una feroz lucha de poder en el partido conservador. La crisis de dirección imperialista que se deja ver con el interminable conflicto interno que abrió el Brexit al interior de la clase dominante tiene como trasfondo una profunda crisis económica, de la que no se puede salir con las viejas recetas. El triunfo electoral del Partido del Brexit, de Nigel Farage, ha sido un claro castigo tanto a May y a los conservadores, como al Labor y a la ambigüedad de Jeremy Corbin. Como hemos dicho en otras oportunidades, lo único que sostiene en el tiempo las patéticas tertulias parlamentarias en Gran Bretaña es la ausencia de un proceso de masas y de una dirección obrera que marque un camino de ruptura revolucionaria.

Alemania y Francia también han tenido cimbronazos en sus partidos de gobierno. Si bien el partido de Angela Merkel, CDU, salió primero en su país éste ha sufrido una estrepitosa caída en el caudal de votos. La socialdemocracia, parte de la coalición de gobierno, sufrió la baja de su principal referente tras el papelón electoral. Por su parte, la formación política reciente de AFD (Alternativa por Alemania) se mantiene, aunque bajó en cerca de 2% en caudal de votos. El batacazo fue dado por Los Verdes, que salieron en segundo lugar y se muestran como la expresión de la juventud.

En Francia, Macron sufrió una derrota ante la ultraderechista Marine Le Pen, aunque este partido sacó menos votos que en 2014. Nuevamente los verdes han ganado terreno. Sin dudas, estos resultados muestran el malestar social que existe con las medidas de austeridad y el desmantelamiento del Estado de bienestar, lo cual se manifestó en ese país con el movimiento de los “chalecos amarillos”. Aunque, por el momento prima la intervención diluida de la clase obrera y la falta de organización de la vanguardia alrededor de un programa antiimperialista y de independencia de clase.

También en Portugal, donde ganó el PS, fueron los ecologistas los que dieron la sorpresa al conseguir un diputado. El dato de la jornada fue la participación más baja de su historia electoral. Recordemos que Portugal ha sido uno de los países que estuvo a la cabeza de la implementación de los planes de austeridad de la UE y, si bien los datos de la coyuntura son optimistas, la crisis estructural sigue desarrollándose.

Mientras tanto, en España volvió a ganar el PSOE, pero la ultraderecha de VOX conquistó 3 parlamentarios y los independentistas catalanes ganaron 6 bancas. El “golpe” de Pedro Sánchez a Rajoy no ha logrado cerrar las contradicciones nacionales que se expresan en movimientos nacionalistas y en el crecimiento de la ultraderecha. Lo que es un hecho es que la promesa de Podemos ha quedado totalmente desarticulada, en su rol de mediación de los movimientos “radicales” ante las instituciones imperialistas.

El desgaste de Syriza en Grecia también se ha hecho notar. Allí también se renovaban autoridades locales, dando como ganadores de los comicios a los conservadores de Nueva Democracia. Alexis Tsiparas ha tomado la decisión de adelantar las elecciones legislativas para junio ante la crisis política que enfrenta su gobierno. Esto es una muestra más de lo rápido que estas mediaciones han perecido ante el Estado capitalista y muestra que la única salida progresiva es bajo el liderazgo de la clase obrera revolucionaria.

En Italia es donde más se ha consolidado este sector derechista, con el contundente triunfo de Matteo Salvini, de la Liga, aunque su socio de coalición, el movimiento 5 estrellas, perdió el segundo lugar ante el Partido Democrático. Este resultado es una señal de alarma para los que aún defienden los últimos estertores de la UE, ya que la Liga es parte del eje antieuropeo. En sus primeras medidas de gobierno desafió las metas fiscales europeas y viene teniendo una política anti inmigración que ha sobresaltado a las fuerzas democráticas de todo el continente.

También en Polonia ha ganado la fuerza ultraconservadora, con 46% de los votos. Mientras que, en Bélgica, con una participación récord del 90%, fue la ultraderecha la que ganó, con un importante desempeño de los ecologistas en Bruselas y Valonia. El triunfo de los laboristas en Holanda se vuelve una contra tendencia, donde además la ultraderecha de Geert Wilders quedó al final del ranking.

 

Ante la descomposición burguesa, una salida revolucionaria

 

Una vez más hemos dado cuenta en estas líneas de la dispersión de las fuerzas imperialistas ante la falta de un proyecto a largo plazo que prometa una salida estable de la crisis capitalista. En la descarnada lucha entre fracciones, la presa es la clase obrera, a la que llaman a seguirlos con sus promesas de volver a un pasado de grandeza nacional que en los hechos no sucederá. La Europa del capital se ha chocado de frente con todos sus límites. Las viejas contradicciones del capital con sus fronteras nacionales se expresan en los fenómenos del siglo 21 y lleva a procesos que aceleran la decadencia burguesa. Los movimientos reivindicativos, de minorías, ecologistas carecen de un programa claro y terminan siendo arrastrados detrás de las mediaciones burguesas. Sólo un partido revolucionario internacional, que levante un programa de transición al socialismo, que trascienda las artificiales fronteras impuestas por las burguesías imperialistas puede ofrecer una salida. Es tarea inmediata y urgente de los revolucionarios reagrupar a la vanguardia obrera en los sindicatos y las organizaciones juveniles detrás de un programa obrero que implique luchar contra la burocracia sindical que sostiene a los Estados imperialistas y recuperarlos para desplegar la lucha de clases con los métodos históricos del proletariado. Esto va en el camino de enfrentar a la burguesía en la producción, imponiendo el control obrero como preparación para el futuro sistema de trabajo del Estado obrero de transición; hay que preparar las fuerzas para la expropiación de los capitalistas y organizar las milicias obreras contra las fuerzas del orden capitalista. Esto requiere la máxima unidad de nuestra clase, sin distinción de nacionalidades, género, etnia, etc. La lucha por los Estados Unidos Socialistas de Europa es una bandera de lucha de la IV Internacional, la cual debemos bregar por reconstruir desde este momento.