Votar blanco, anular o no votar

 

Este 17 de diciembre estamos convocados a revalidar una nueva farsa de la democracia para ricos.

Todos los partidos y personeros del régimen burgués, y su maquinaria electoral y publicitaria, se encuentran empeñados en que los trabajadores y el pueblo decidan por la opción “a favor” o “en contra” curiosamente esgrimiendo los mismos argumentos por los que optar por una u otra opción.

Sanamente el actual proceso no despierta ninguna expectativa en amplios sectores obreros y populares expresando una profunda indiferencia en relación al resultado.

Lamentablemente hay también grupos de la izquierda revolucionaria que se desviven por impulsar la opción “en contra” como los verdaderos adalides de la lucha “contra la derecha”. Esto no es otra cosa que la expresión de su adaptación al régimen político convirtiéndose en furgón de cola de las coaliciones burguesas o pequeñoburguesas.

El actual proceso constituyente pretende ser la coronación de una larga lista de elecciones (plebiscito, municipales, constituyentes, primarias, presidenciales, constituyentes de nuevo, etc.) con las que los empresarios y el gobierno de turno intentaron liquidar la semiinsurrección de octubre el 19.

Desde aquel estallido, se han sucedido una batería de ataques -pandemia mediante- contra la clase trabajadora y el pueblo en su conjunto, descargando los efectos de la crisis de la descomposición capitalista sobre las espaldas de las familias obreras.

También, el gobierno bonapartista del “mal menor” de Boric, viene a consagrarse como el gobierno que más leyes represivas ha sacado, para liquidar todo vestigio de lucha y organización (con represión y presos políticos además) y preparar el aparato represivo del estado para nuevas embestidas contra las masas (ley “gatillo fácil” Naím-Retamal, ley de infraestructura crítica, ley antitomas, etc.). Sumemos la naturalización de la militarización de distintas zonas del país, la persecución, encarcelamiento y condenas ejemplares contra luchadores populares (con el accionar del aparato judicial del estado), y la situación general que hoy los tiene discutiendo declarar el estado de excepción (u “otras formas” según el gobierno del FA-PC) comuna por comuna; mientras la desocupación, la carestía de la vida agrava las condiciones sociales de nuestra clase y le niega cualquier perspectiva de futuro a la juventud, futuro negado de antemano dentro del sistema capitalista.

Mención aparte merecen la gran mayoría de organizaciones “populares” que se alinearon con el apoyo al gobierno de Boric como una salida al “fascista” Kast, política que continuaron con el apoyo a la farsa constituyente anterior,  y que al día de hoy, viendo defraudadas todas sus expectativas de un “gobierno de transformaciones”, no han sacado balance de sus posiciones y perspectivas. Con ello se alejaron aún más de la necesidad de luchar por superar la falta de conciencia y organización con la que nos encontró a la clase trabajadora el levantamiento de hace 4 años.

Pese a toda esta política reaccionaria, que busca enterrar cualquier perspectiva de lucha o mínima resistencia de parte de los trabajadores, las masas no han recibido una derrota categórica. Los profundos problemas que fueron planteados aún siguen vigentes y se intensifican junto a los procesos mundiales de mayor presión y políticas guerrerista del imperialismo, guerra en Ucrania, masacre genocida sobre la población Palestina, un ataque feroz a la población en distintos países como el que prepara el gobierno de Milei contra los clase obrera argentina, etc.

Es en esta ofensiva despiadada del capital financiero que tenemos que preparar nuestras fuerzas para enfrentar los ataque y preparar nuestras luchas desde la producción. Es prioritario volcar nuestros esfuerzos para organizar a la clase trabajadora que forme sindicatos, que los recupere de manos de dirigentes amarillos o burocráticos, que impulse la democracia obrera y tense los músculos de nuestra clase. Impulsar un Congreso de delegados de base de toda la clase trabajadora, que discuta un programa de salida a la crisis, será una gran herramienta.

Sólo la perspectiva permanente de lucha por la independencia política de nuestra clase evitará que caigamos una y otra vez en las trampas que imponen nuestros enemigos de clase.

Para ello es de vital importancia construir un Partido Revolucionario, que agrupe a lo mejor de la vanguardia obrera y juvenil, para forjar la dirección que necesitamos, una dirección internacional revolucionaria en lucha por la revolución socialista.

Llamamos a impugnar el proceso mediante el voto blanco, nulo o no ir a votar, sabiendo que gane el “a favor” o gane el “en contra", las tareas de lucha contra la explotación capitalista y la dominación del imperialismo será lo fundamental en cualquier escenario.

El 07 de noviembre acaban de morir calcinados en un campamento familias enteras en un incendio en la ciudad de Coronel en la Región del Bio Bio. Según la prensa habría 14 fallecidos, entre ellos 8 niños y 6 adultos, donde por los precarios materiales de construcción de las viviendas el incendio se propagó rápidamente. Seguramente la investigación que se inicia concluirá que el problema es de haberse calcinados era de ellos mismos por estar viviendo en un campamento “ilegal” como si el capitalismo les dejara otra opción.

Se trata de familias obreras migrantes que se encontraban sobreviviendo en paupérrimas condiciones en busca del “oasis” que les prometieron. Ahí quedó la retórica del gobierno de ayudar a las familias que sufren de estos siniestros que ya son hasta naturalizados. Para lo único que han servido las políticas de éste y los anteriores gobiernos es para subsidiar a los negocios de las inmobiliarias, además de garantizar los negocios de las forestales en la zona.

La política del gobierno de bonos para la construcción de viviendas destruidas por incendio en anteriores tragedias que afectan a los sectores más pauperizados de la clase obrera y el pueblo pobre no atacan el principal factor del problema de la vivienda, que es el negocio de los capitalistas de las construcción así como la defensa de la gran propiedad del suelo. Es más el gobierno ha buscado aplacar la lucha por la vivienda con la cooptación estatal de dirigentes y leyes represivas como la recién aprobada ley “antitomas”, que prepara el desalojo de miles de familias que viven en campamentos y la criminalización de los sectores que luchan.

La única salida al problema de la vivienda vendrá de la mano de la clase obrera. Los sindicatos junto a las organizaciones obreras y populares deben imponer a las patronales un plan de construcción de viviendas, expropiando a la gran propiedad privada para la construcción de estas y la confiscación de los materiales de construcción.

Además de esto debemos levantar una investigación independiente a las instituciones del estado burgués, para establecer los culpables de estas muertes obreras e imponer sanciones y pago de indemnizaciones a los familiares ante las patronales tanto privadas como del estado.

Stop the Zionist massacre in Gaza Strip 

The international working class is called upon to intervene by its methods 

Israel's response to the offensive launched by Hamas on Saturday 10/7 on its territory was not long in coming. The Zionists systematically bombarded the Gaza Strip, even using banned weapons such as white phosphorus, in order to apply a "collective punishment" to all Palestinians for daring to defy the occupier. They use a racist discourse, degrading the Palestinians to the status of "human beasts", in order to justify the siege that has left more than 2 million people without food, water and electricity. To complete their murderous task, the Israeli agents of imperialism are preparing at this moment (10/15) to invade the northern half of the strip with all their state-of-the-art war machinery. 

In the face of this, on Friday, October 13, European capitals, US cities and several Arab and Muslim countries saw their streets flooded with demonstrations in support of the heroic Palestinian resistance. In many of these countries, the demonstrations were banned or repressed, as in Rome, Berlin and Paris. The imperialist governments fear the reaction of the masses in the face of the crudest evidence of the decomposition of their social system based on the exploitation of our class and the plundering of colonies and semi-colonies: the existence of Israel on the expulsion of the Palestinians from their historic territory 75 years ago. 

 An explosive situation  

The current confrontation on Palestinian land is not a bolt from the blue. Israel has been accelerating its policy of territorial conquest over the Palestinian territories, at least since the time of the Trump administration. This has led to various clashes in Jerusalem and the West Bank, on which the Zionists and their settlers (parastatal land occupation movement) have been advancing. The raid on the Jenin refugee camp last July was the previous episode of these clashes. 

The Netanyahu government must respond to a fragile situation due to the crisis that neighboring Arab states, such as Syria and Lebanon, have entered due to the effects of the pandemic and the world economic crisis. The utopian two-state solution has been buried by reality, and Israel is seeking to move forward in "normalization of relations" agreements with various governments in the region. In 2020, under Trump's auspices, Abraham agreements were signed in this sense with the United Arab Emirates and Bahrain, and Morocco also recognized the Israeli enclave in its pretended statehood. 

But the world crisis is now entering a more acute phase with the deepening of warlike tendencies. The war between Russia and Ukraine is straining Israel, provider of weapons and supplies to both contenders. Israel is now the main focus of US war aid, which has led Zelensky to protest so that his imperialist godfathers do not leave him behind in the military efforts. Israel will probably give priority to arming its own army. Thus new contradictions are generated in the relationship between Ukraine and NATO, further bogging down the reactionary solution that both Russia, on the one hand, and imperialism on the other, intend to give to the former workers' states through their assimilation. 

The enemy is not invincible  

The truth is that the Palestinian offensive, desperate by the way and with methods that we do not share, is explained by the cornering to which Israel intended to lead the resistance. The attempt to sign an understanding with the Saudi kingdom has been put on hold in the face of Zionist brutality. The pro-Israel imperialist front appears to be more solid than ever, but at the same time mobilizations are developing, made up of huge contingents of Arab and Muslim immigrants, in the very heart of the metropolis.  

Also the government of the occupation shows a false image of "national unity", while thousands of its "citizens" flee to their countries of origin when they see that the occupation does not guarantee them security in the "promised land". The enlarged coalition government, which has been joined by the opposition that had been denouncing Netanyahu's institutional reforms, cannot be called a government of national unity, because Israel is not a state, but a military occupation with a population implanted on the ethnic cleansing of the Palestinian people. 

Of course, the struggle is totally unequal if we restrict it to the borders of historic Palestine; a heroic and vital struggle, but with few perspectives. We Trotskyists place the fight on another plane, where the contingents of the international proletariat can put in the balance all the weight of the class capable of liberating all the forces of humanity’s social production from the bonds to which the bourgeois relations of property and the putrefaction of imperialism subject them.  

Supporting the Palestinian resistance, an internationalist task  

We must be clear that we are not facing a confrontation "of centuries" between two peoples (Zionism began to colonize Palestine at the beginning of the 20th century and Israel was created in 1948), but a struggle between an oppressed nation and the establishment of an imperialist enclave in the heart of the Middle East to control its strategic interests and oil. Zionism is a reactionary ideology and movement, which postulated a way out for the Jewish people, persecuted for centuries, based on the colonization of a territory inhabited by another people and to defend the interests of imperialism. For this reason, we say that Israel is not even a bourgeois state properly speaking, but a monstrosity created by imperialism at the moment of its greatest decomposition. 

The revolutionaries and the vanguard of the working class must intervene in this conflict on the side of the Palestinians, with actions that affect imperialism and its military machinery in production, like the stoppage in the imperialist industries and the blockade of transports, taking the example of the dockers of California, Durban and Livorno that in 2021 stopped shipments with military supplies destined for Israel. We must support all the mobilizations for the end of the Israeli attacks, for the end of the blockade and for the immediate withdrawal of the Zionist army from the Gaza Strip, the right of return of the refugees and displaced persons and the freedom of all the Palestinian prisoners in the Israeli jails.  

The workers of the countries of the region, in the first place, their central battalions of the oil branch, hold the key to advance in the expulsion of imperialism from Syria, Lebanon, Iraq, Libya and, of course, Palestine, fighting against the Arab bourgeois governments, partners of imperialism. It is fundamental to take the street actions taking place in Europe and the U.S. to the heart of production. The international struggle in support of the liberation of Palestine will allow collaborating with the emergence of a workers and revolutionary leadership in the Middle East, the only way to unseat the reactionary Islamic or Arab nationalist leaderships like Hamas or Fatah that lead the Palestinian struggle to a dead end. 

  

10/15/2023 

 

Levantemos la bandera de lucha por la revolución socialista

En este nuevo aniversario del 18 O la clase obrera y la juventud debemos sacar balance de lo que ha sido estos 4 años de desvíos por parte de la burguesía en procesos constituyentes y elecciones para mantener la falsa idea de que mediante las reformas al estado se puede salvar la democracia para ricos y mejorar nuestras condiciones materiales de vida.

Toda una farsa donde todo el arco burgués y pequeño burgués ha apostado por fortalecer el aparato represivo con leyes como la ley “gatillo fácil” Naim-Retamal, para darles mayores atribuciones para reprimir a las policías; la ley de infraestructura crítica para desplazar militares a los hospitales, puertos y minas para reprimir a la clase obrera en el caso de una huelga general; ha militarizando de forma permanente la Araucanía, desalojando, reprimiendo y encarcelando al activismo indígena; mantiene los presos por luchar en las cárceles, como la reciente condena a Nicolás Piña; ha reprimido y perseguido a la juventud secundaria que lucha; además de ataques directos contra la clase obrera como la ley de 40 horas para flexibilizar las jornadas de trabajo; y prepara la ley “antitomas” en beneficio de las grandes inmobiliarias preparando los medios represivos para arrasar con desalojos a las familias que viven en campamentos.

Estos ataques se dan en el marco de la descomposición del capitalismo a nivel mundial que está desatando una de las masacres más feroces sobre el pueblo palestino en Gaza por parte del “estado” sionista de Israel, donde el gobierno mostró una vez más el alineamiento incondicional con la política del imperialismo.

El 18 de Octubre del 2019 fue una semiinsurrección espontánea, una irrupción de las fuerzas elementales que no llegó a superar los márgenes de Estado burgués. Fue un proceso que tuvo su punto culminante en la huelga general del 12 de Noviembre de carácter semiinsurreccional del mismo año que puso al borde de su caída a Piñera, quien fue rescatado mediante el infame acuerdo del 15 de Noviembre que pretendió cerrar el proceso. El carácter fundamental de este proceso fue la falta de conciencia y organización de la clase trabajadora. Esto posibilitó que cientos de miles de activistas y luchadores sociales fueran absorbidos por las políticas del Estado, los que impulsaron el primer proceso constituyente y pusieron en la presidencia a un gobierno bonapartista pequeñoburgués altamente reaccionario.

Sin embargo, y pese a los golpes recibidos y al reflujo general de la lucha obrera y popular, las masas no sufrieron una derrota categórica. Se descargó una política de desvío que no cuajó, que no logró atenuar siquiera la separación entre el aparato estatal burgués y las masas, aunque agudizó (pandemia y recesión mediante) la imposición de una modificación de la relación entre el capital y el trabajo, descargando la crisis sobre las espaldas del pueblo trabajador.

Asistimos a una nueva farsa constituyente altamente reaccionaria que no gusta ni a quienes la impulsaron, y que sólo demuestra el grado de descomposición del estado semicolonial.

A 4 años del levantamiento de la clase obrera y el pueblo, debemos sacar las lecciones necesarias de esta gesta de los trabajadores el pueblo y la juventud, bregando por la organización obrera y de la juventud para enfrentar las tareas que tenemos en frente, por la libertad de los presos por luchar, contra las patronales, la burocracia y el imperialismo. Debemos emprender la lucha internacionalista por la victoria de Palestina contra los sionistas y el imperialismo, y por una Federación de Repúblicas Socialistas del Medio Oriente.

Cumplidos 50 años del golpe contrarrevolucionarios que aniquiló a una generación de trabajadores revolucionarios, que se plantearon la perspectiva de superar las miserias del capitalismo, es necesario retomar la lucha por el socialismo, construyendo un partido revolucionario internacional de la clase trabajadora por la revolución socialista mundial.

Passadas algumas semanas da eleição para a diretoria do SINPEEM, podemos fazer um balanço mais abrangente de todo o processo, que foi importante justamente por expressar algumas tendências dentro dos sindicatos no atual período histórico de decomposição do imperialismo e da crise das instituições criadas para a sua dominação, como o estado burguês. Assim, como se aprofunda também a crise dos sindicatos, na sua relação com o estado e com a classe trabalhadora. Essa eleição também expressou o nível de adaptação do centrismo trotskista, que apresenta uma política revolucionária no discurso ou na busca de composição de frentes com outros grupos e correntes, mas é incapaz de levar essa política para onde se organiza a classe trabalhadora: no sindicato.

A Oposição de Luta, corrente sindical da Liga Operária Internacionalista - LOI, atua no SINPEEM há mais de duas décadas, com uma política de enfrentamento à burocracia, que dirige o sindicato há 36 anos, sem abrir mão da independência de classe; não como uma palavra de ordem ou consigna, mas como um princípio de ação revolucionária. Para nós, da Liga Operária Internacionalista, a tarefa nos sindicatos é ganhar influência política sobre a classe trabalhadora, através da formação de oposições revolucionárias, recuperando-os das burocracias, que nada mais são do que agentes da burguesia em nossas organizações, para transformá-los em ferramentas revolucionárias.

Por coerência com nossos princípios e entendendo as eleições sindicais como uma forma de expressão da política que defendemos, participamos, ao longo dos anos de atuação no SINPEEM, de diversas plenárias e reuniões com outras correntes de oposição para composição de chapa nas eleições, porém encontramos o limite na atuação política de alguns destes grupos, seja desempenhando um papel de colaboração com a própria burocracia no sindicato ou de adaptação às instituições do estado burguês. Assim, em todas as eleições anteriores batalhamos por sair com uma chapa própria, independente, como forma de levar a política revolucionária aos trabalhadores também nas eleições sindicais. 

Da Oposição Combativa à Unidade Independente, Classista e Combativa

Durante a pandemia, quando a centralização estatal se impôs com maior força, amplamente amparada pelas burocracias sindicais, pois enquanto o estado burguês decidia quais vidas eram mais ou menos importantes na busca de salvar o capital, nossos instrumentos de organização e luta foram fechados pelas direções totalmente adaptadas e submissas à esta política estatal, algumas correntes no SINPEEM, como a nossa, e ativistas independentes, provenientes das experiências dos comandos regionais, demandaram a abertura e o funcionamento das instâncias sindicais com atos na frente do sindicato. 

Depois, já em 2021, quando o governo determinou a retomada das aulas presenciais no pico da pandemia (depois de passadas as eleições municipais) e a burocracia viu-se obrigada a responder à base com o chamado de greve - decretada em uma “live” - essa mesma composição de correntes e ativistas levantou a necessidade de organizar ações presenciais para aumentar a adesão e dar visibilidade à luta travada contra o governo municipal, como os comandos nas escolas, panfletagem, atos centrais e regionais, passeatas, fechamento de vias, colocação de faixas nos viadutos da cidade, além de campanhas de fundo de greve para apoiar os trabalhadores que tiveram corte de ponto. Tais atos foram rechaçados pela burocracia do SINPEEM, que atacou esses militantes e ativistas comparando-os com negacionistas e bolsonaristas e chamando-os de “fascistas”. Vale lembrar que parte da oposição reformista que hoje é maioria na Oposição Unificada também atacou essa política, denominando-nos de negacionistas tal qual a burocracia, só aderindo a estas ações quando a burocracia de outro sindicato (ligada ao PT) resolveu ocupar o vácuo deixado pelo SINPEEM à frente destas ações.

Ao longo do mesmo ano, durante a segunda greve (contra o Sampaprev), esse setor mais combativo impôs o ritmo das ações de luta e obrigou, tanto a burocracia como o reformismo, a se mobilizar para não perder o controle do movimento. A resposta da burocracia foi uma maior centralização e autoritarismo nas instâncias do sindicato, utilizando-se da virtualidade nas reuniões de representantes como forma de impedir qualquer enfrentamento à sua política de conciliação com o governo e como disciplinamento da base. Já a resposta do  reformismo se deu na disputa do aparato sindical, buscando absorver e disciplinar esse setor aos seus moldes, com o objetivo de compor a diretoria do SINPEEM junto à burocracia nos próximos anos, como o sempre fez nas últimas décadas. Esse movimento se expressou com maior nitidez no último Congresso, já em 2022, no qual correntes da oposição reformista (ligadas ao PT, PSOL, CTB) acordaram com a burocracia para retirar a discussão do plano de lutas da plenária de delegados e construí-lo a portas fechadas para ser ratificado posteriormente na plenária, sem a participação da base e sem a possibilidade de fazer o balanço da atuação da direção sindical no último período - o mais crítico. Esse grande acordo também foi legitimado pelas correntes centristas (PSTU, POR e MRT) que participaram da discussão do plano de lutas a portas fechadas com o reformismo ao mesmo tempo em que enviaram militantes para participar das plenárias abertas que aconteciam, organizadas por este setor combativo, nos espaços do Congresso não dirigidos pela burocracia e nos quais os trabalhadores puderam discutir a política necessária para enfrentamento com o governo e avaliar o papel desempenhado pela burocracia nos últimos períodos. 

Ao final de 2022, participamos da construção da primeira plenária para formalizar essa “Oposição Combativa” no SINPEEM, composta principalmente pela nossa corrente - Oposição de Luta, além da OASL, Vozes da Base, FOB e ativistas independentes dos comandos regionais. Se incorporaram também Nossa Classe (MRT), Reviravolta (PSTU) e Corrente Proletária (POR). Estes dois últimos sempre compuseram com a Oposição Unificada no SINPEEM (majoritariamente composta pelo reformismo PT e PSOL) e, por conta disso, deixaram claro que “participariam” da Oposição Combativa, mas continuariam dentro da composição da Oposição Unificada. 

Neste ano, realizamos a segunda plenária da Oposição Combativa com o caráter de construção programática, na qual todas as correntes (exceto o PSTU que decidiu não participar) apresentaram suas propostas para esta frente de oposição sindical, bem como para a atuação nas eleições para a diretoria do SINPEEM que se realizaria neste ano. Defendemos nesta plenária “que a Oposição Combativa, como oposição revolucionária dentro do SINPEEM, participe como uma frente na convenção eleitoral das oposições, defendendo o princípio da independência de classe, entendida aqui como uma política de ação sindical que não condiciona nossos interesses de classe ao Estado, suas instituições como o parlamento e/ou judiciário, ou aos governos de turno e/ou partidos políticos burgueses, como palavra de primeira ordem na conformação de uma chapa.” Ou seja, defendemos a participação na convenção das oposições, assim como participamos das reuniões de construção da convenção, sempre deixando clara a nossa posição de não conformar chapa com correntes que atuam como frente parlamentar, de partidos que compõem o governo, que atuam conciliando com a burocracia nas instâncias sindicais e, como era o caso, que se uniram à burocracia da Apeoesp “que se utiliza dos mesmos métodos de conciliação, traição de classe e cerceamento da democracia sindical que a burocracia do SINPEEM, nos atingindo da mesma forma como trabalhadores da educação.

Nesta plenária, o Vozes da Base, o POR e o MRT, mesmo levantando, em suas propostas programáticas, a defesa da independência de classe, defenderam a composição de uma única chapa de oposição e que a atuação da Oposição Combativa ocorresse dentro da Oposição Unificada. Explicitaram que a conformação de uma chapa com correntes que são governo e aliadas de outras burocracias não era um problema, desde que se “comprometessem” com um programa de independência em relação aos governos e que seria “tático” conseguir lugar na direção para levar a política classista aos trabalhadores. O MRT inclusive utilizou o exemplo do sindicato dos metroviários para defender a composição com o PSOL, delegando o problema de falta de “independência de classe” apenas às correntes do PT. 

A convenção das oposições ocorreu de forma extremamente burocrática. Nossas críticas à conformação de uma Unidade a qualquer custo, suprimindo a independência de classe do sindicato e à ausência de uma caracterização de Lula / Alckmin como um governo burguês foram ignoradas pelos grupos que já estavam compondo de antemão a Oposição Unificada, servindo a convenção apenas para medir as forças de cada corrente na composição da chapa e, posteriormente, na direção do SINPEEM. 

Dessa forma, nos retiramos da convenção e buscamos construir uma Unidade forjada no princípio da independência de classe e, junto com outras correntes que defenderam esse princípio na plenária Oposição Combativa (OASL, PPRI, FOB e Independentes) construímos a Unidade Independente Classista e Combativa como expressão da política revolucionária nas eleições do SINPEEM.

O Processo Eleitoral e a Campanha Salarial

Todo o processo eleitoral, extremamente burocratizado desde a inscrição das chapas até a virtualidade do pleito, numa política clara de distanciamento dos trabalhadores, também foi marcado pela ideia, alimentada pelo reformismo da Oposição Unificada, de que tanto era possível como imprescindível tirar o presidente do sindicato - Claudio Fonseca - através dessa eleição e, portanto, tudo era válido nesse sentido. Numa distorção das eleições burguesas, esses grupos alimentaram nos trabalhadores a ideia de que qualquer outra” oposição que não fosse a frente unificada do reformismo, seria uma forma de fortalecer a burocracia “claudista” e, portanto, divisionismo. Assim, contribuíram com a burocracia para a despolitização dos trabalhadores, já que qualquer discussão política sobre o papel do sindicato e da burocracia frente ao governo, bem como as tarefas necessárias para o próximo período, colocaria em contradição a unidade formal e burocrática construída como oposição. Portanto, desde a inscrição da Unidade Independente, Classista e Combativa como chapa, ficou claro que essa seria a pedra no sapato, tanto da burocracia como da Oposição Unificada, pois trouxemos para o debate eleitoral sindical a necessária política revolucionária. 

A campanha salarial atravessou o processo eleitoral, suspenso em 05 de maio por “problemas técnicos” com o sistema virtual e retomado ao final do semestre, e colocou à prova a atuação das chapas eleitorais no processo vivo da luta. A burocracia, cumprindo seu papel histórico, atuou para negociar com o governo alguma migalha que pudesse chamar de vitória. Para isso, jogou com a ameaça da implementação do subsídio para aceitar 5% de reajuste. Nas assembleias unificadas com o funcionalismo, sem nenhuma participação dos trabalhadores, buscou se blindar atrás da burocracia dos demais sindicatos que cumpriram o papel de impedir qualquer defesa de greve. A Oposição Unificada, deixou nítida a unidade formal construída apenas para a eleição, sem nenhuma política própria para a campanha salarial, incapaz de atuar com unidade neste processo. Na última assembleia, convocada apenas para encerrar a campanha e empurrar a pressão para a Câmara dos vereadores, a burocracia que foi criticada pela ausência de democracia nas assembleias, resolveu chamar dois militantes da Oposição Unificada para proposta de encaminhamentos e ambos legitimaram o encerramento da campanha salarial propondo adendos aos encaminhamentos da burocracia. 

Findada a amarga campanha salarial, a burocracia, com a conivência e legitimação da Oposição Unificada, ambas conformando a comissão eleitoral, impediu a participação da Unidade Independente, Classista e Combativa na reunião que decidiu a retomada da eleição, inclusive não informando sequer a nova data. Isso porque tinham acordo sobre a virtualidade do pleito, munindo-se, inclusive, de técnicos especialistas e advogados para garantir a “lisura” do processo, enquanto seguimos defendendo a presencialidade como método político correto para a realização da eleição, bem como para qualquer outra atividade sindical.

O resultado da eleição expressou a tendência, apontada a priori, de maior burocratização da direção sindical, agora composta tanto pela burocracia tradicional, como pela burocracia proveniente do reformismo totalmente adaptado às instituições da democracia burguesa, especialmente o parlamento. Das 37 cadeiras da direção sindical, 16 estarão disponíveis para o aparelhamento majoritário do  PSOL e PT e, em quantidade menor, do centrismo que, apesar do discurso, é incapaz de manter uma posição independente do estado burguês.

Outro aspecto importante do resultado da eleição foi a baixa participação dos trabalhadores, apenas 11 mil (dos mais de 55 mil habilitados) votaram. Isso é consequência direta de todos os obstáculos impostos para votar, como a senha enviada pelos correios que muitos não receberam e um “0800” que não deu conta de atender a todos que não receberam a senha, além dos impedimentos regimentais, como tempo de filiação e pagamento em dia da contribuição sindical. Contudo, apesar das dificuldades, o grande absenteísmo é resultado direto do nível de despolitização e distanciamento dos trabalhadores promovidos pela burocracia.

Com todas as dificuldades encontradas, a campanha promovida pela Unidade Independente, Classista e Combativa demonstrou-se extremamente importante e necessária na atual conjuntura, não apenas na campanha eleitoral, mas principalmente nas assembleias durante a campanha salarial, mantendo a coerência dos princípios defendidos na ação. Em todas as assembleias, estivemos com material defendendo a organização da greve e denunciando as manobras da burocracia para evitar sua construção e, em todas elas, fizemos inscrição para intervir com proposta de construção da luta com os nossos métodos, como a greve, e em nenhuma assembleia nos foi permitido intervir. Dessa forma, o pequeno resultado em número de votos à nossa chapa - cerca de 2% - é incapaz de reduzir a importância do que foi essa campanha verdadeiramente militante e da política levada às escolas e, cuja defesa, não se encerrou com a campanha eleitoral. Muito pelo contrário, considerando as tendências de ataques à classe trabalhadora impostas pelos governos de turno, dada a brutal crise econômica das semicolônias e sua relação com o imperialismo em decomposição,  a experiência com uma direção sindical reformista e aliada à burocracia será assimilada de forma rápida pelos trabalhadores e só uma política independente e classista será capaz de organizar a resposta à altura dos ataques. Assim, lutaremos pela continuidade da atuação da Unidade Independente, Classista e Combativa nas instâncias do SINPEEM!

 

ADENDO: Uma resposta à nota do MRT “Por um SINPEEM nas mãos dos educadores, combativo e independente dos governos e patrões” de 28/07/23

A corrente Nossa Classe (MRT) publicou uma nota quatro dias antes da eleição remarcada do SINPEEM, numa tentativa de se posicionar, já que não o fizeram antes da data originalmente marcada para ocorrer a eleição. Antes desta nota, a última relacionada à eleição do SINPEEM foi publicada dias após a convenção das oposições, em abril, que formalizou a Oposição Unificada, anunciando sua ruptura com essa chapa por conta da presença em sua composição da corrente Debate Cutista, proveniente do PT, e, portanto da impossibilidade de se manter a “independência de classe”.

Expressão da crise mais geral do centrismo, o MRT é incapaz de levar até o final a política revolucionária, buscando nos “ziguezagues” discursivos as justificativas para os titubeios programáticos. Assim como nas eleições burguesas, cuja política velada de apoio à Lula / Alckmin se deu pela omissão de um posicionamento frente às eleições, como o voto nulo. Nas eleições sindicais do SINPEEM, esse posicionamento foi não posicionar-se ou, de forma mais justa, defender o voto em ambas as chapas de oposição, independente da composição, do programa e da trajetória militante de cada uma. Mais uma vez, reforça-se a fórmula despolitizada e personalista de compreender a burocracia sindical: basta tirar Claudio Fonseca.

A própria análise da burocracia do SINPEEM contida na nota expressa o nível de adaptação dessa corrente às instâncias do estado burguês: o problema da burocracia do SINPEEM é estar ligada ao partido CIDADANIA, base do governo do atual prefeito “de direita” Ricardo Nunes. Ou seja, a análise da burocracia é feita apenas na superestrutura, nas relações com os governos, descolada da base material de produção. Ora, a burocracia sindical se coloca na relação do estado burguês com o movimento operário e, especialmente nos países semicoloniais, é a principal base social de conformação da forma de dominação burguesa. Só assim, desconsiderando o papel histórico da burocracia na relação capital / trabalho, é possível hierarquizá-las e admitir a composição de chapa com burocracias de outros sindicatos.  

Na nota, ao denunciar a burocracia, afirmam “a luta pela democracia e combatividade de nosso sindicato só pode se dar através da defesa da sua independência política de qualquer governo e dos setores que representam a política de frente ampla e a cooptação dos sindicatos e das centrais sindicais, através de seu entrelaçamento ao governo e seus interesses.” Ora, as maiores correntes que integram a Oposição Unificada, antes mesmo da entrada do Debate Cutista, são provenientes do PSOL que fazem parte do atual governo de frente ampla Lula / Alckmin, sendo que destas, as principais ainda unificaram com a burocracia da Apeoesp, ligada ao PT e há mais de 25 anos na direção, para as eleições do maior sindicato docente do país. Aqui, fica claro que a concepção de independência de classe defendida pelo MRT para os sindicatos é uma “independência política”, de governo, superestrutural, e não sua independência do estado burguês e de suas instâncias. 

Seguindo a nota, o Nossa Classe expõe como participaram de todas as reuniões de organização da convenção das oposições que “resultou na conformação da Chapa 2 sobretudo por entender a necessidade de construir uma forte oposição que batalhasse por essa perspectiva de ter um sindicato fortalecido pela base e que seja independente”, mas que as correntes ali preferiram compor com o Debate Cutista e excluir o MRT, e denunciam que essa composição foi facilitada pela formação do bloco liderado pelo Resistência/PSOL. Não pretendemos entrar no mérito dessa convenção, da qual já fizemos um balanço específico, mas alguns fatos não podem ser omitidos. Primeiro, o Nossa Classe esteve envolvido em toda organização da convenção, inclusive na escrita das teses “consensuais” que não continham nenhuma caracterização do governo Lula, assim como teve acordo com o formato burocratizado da convenção que se realizaria por consenso, ou seja, não se votaria nenhuma diferença. Segundo, o Nossa Classe não cita em nenhum momento que participou das plenárias da Oposição Combativa e que, na última plenária que ocorreu antes da convenção, no ponto das eleições, foi afirmado e discutido que o Debate Cutista também participaria da convenção, pois estavam com boletim próprio fazendo esta convocação. Ou seja, já era de conhecimento geral essa composição.

Mas, para nós mais importante, é a crítica que fazem à Unidade Independente Classista e Combativa que não somos capazes de reproduzir aqui sem citar literalmente: 

“Apontamos como um limite da política defendida por esta chapa a não compreensão da necessidade de batalhar pela maior unidade possível dos setores de esquerda, lutadores e ativistas de oposição do sindicato, em base a um programa e uma política de independência de classe, o que poderia fortalecer a luta da educação e dos trabalhadores, unificando a vanguarda para atuar contra a paralisia e traição da direção de Cláudio Fonseca. Inclusive, fortalecendo a batalha pela independência política da Chapa 2, a partir de dentro da conformação da chapa, fortalecendo perspectivas que temos em comum, mas partindo de uma atuação pela unidade dos setores combativos e lutadores.”

Segundo o Nossa Classe, o nosso limite é não compreendermos exatamente aquilo em que se baseou a constituição da nossa chapa, ou seja, a “maior unidade possível em base a um programa e uma política de independência de classe”. A Chapa 3 foi formada não apenas pela “LOI e importantes lutadores da categoria”, mas por quatro organizações distintas (LOI, PPRI, OASL e FOB) e importantes lutadores da categoria, cuja unidade foi justamente construída com base em um programa e na defesa do princípio da independência de classe. E o MRT sabia disso, pois participou destes debates programáticos que ocorriam na Oposição Combativa, até declarar que ficariam na Oposição Unificada no dia da convenção.

E seguindo essa lógica, segundo o Nossa Classe, essa “compreensão” nos permitiria fortalecer a batalha pela independência política (novamente, superestrutural) dentro da chapa 2, “fortalecendo as perspectivas que temos em comum”. Ora, se o MRT concebe que as correntes que compõem a Oposição Unificada podem ser ideologicamente ganhas para posições de maior “independência”, porque da sua própria ruptura? Essa era uma tarefa nossa, mas não deles? Além de tudo, omite o fato que as correntes que compuseram a chapa 3 fizeram sim o debate político com todas as demais correntes de oposição. A Oposição de Luta participou das reuniões e da convenção, sem nunca, contudo, omitir ou dissimular sua política e seus princípios e sempre deixando bem claro que não comporia chapa com quem colabora com a burocracia ou com os governos de turno.

Por fim, o Nossa Classe se dirige ao PSTU e ao POR criticando-os por permanecerem na Chapa 2, encabeçada pelo Resistência/PSOL. Mas não era esse o limite da Chapa 3? Por todas essas contradições, omissões e titubeios, a conclusão do Nossa Classe é que o voto em “ambas” as chapas de oposição podem enfraquecer a burocracia e contribuir para a recuperação do sindicato. Não há sequer uma menção dos programas e métodos defendidos pelas chapas e como o Nossa Classe, como corrente de uma organização revolucionária, se coloca frente a estes programas. Afinal, ambas as chapas defendiam a recuperação do sindicato em seus programas? E a partir de qual método? 

Enfim, acreditamos que o debate político entre organizações que se reivindicam revolucionárias e que atuam nos mesmos organismos de classe deve acontecer da forma mais aberta e fraterna possível em base aos seus princípios, programas e balanços de suas atuações. Esse deve ser o método reivindicado.

Imperialism out of Africa!      

Last July 26th, soldiers under the command of General Abdourahmane Tiani seized power in Niger, a former French colony in the Sahel region, a semi-desert strip south of the Sahara. The displaced president Mohamed Bazoum is still arrested at his home and is considered an ally of imperialism in the region. The military coup government is under threat of military intervention by ECOWAS (Economic Community of West African States), which did not comply with its first ultimatum but will meet again this week (August 17 and 18, 2023) to calibrate its actions. For their part, the military governing Mali and Burkina Faso came out in support of the coup plotters in Niger, while Chad and the African Union pronounced themselves against armed actions.

Niger is already under blockade by France and its regional allies. The US, in the words of its own officials, is torn between upholding "democratic principles" (which it uses as mere propaganda in its confrontation with China and Russia), acting against the coup, and its geostrategic interests, negotiating with the military to maintain its bases in the country, established for the fight against terrorism and intervention in Libya. In Niger there are 1,500 French troops stationed in the capital Niamey and the US has about a thousand soldiers in different regions of the country.

The interventions in Africa are a birthmark of imperialism as a superior and decomposed phase of capitalism. The present situation is characterized by the decomposition of the artificial states that they tried to establish during the post-war period as formally independent political formations that nevertheless remained tied by strong economic and military ties to their old metropolises, as is the case of Niger, which still uses the Franc as its currency. Imperialism has only offered misery, economic destruction, and famine to Africa, in exchange for plundering its labor force (enslaved) and its resources, especially minerals, but also hydrocarbon and agricultural and livestock resources. Niger is one of the least industrialized and poorest countries in the world and, on the other hand, is one of the main suppliers of uranium used by French nuclear power plants. The current crisis comes after regime changes in other Sahel countries, Mali and Burkina Faso, imposed by two coup-d'état, where members of the Army with nationalist discourses ended up expelling the French detachments. It is clear that these regimes are a downgraded version of the post-war bourgeois nationalist currents, which have already shown their failure, not only in Africa but also in Asia and Latin America. The content of its policy is to negotiate a better place in the world market in the face of the evident weakening of French imperialism -weak in its homeland economy and hit by class struggle in its own territory. That is why the new military government of Niger is hastening to set up a civilian cabinet to dialogue with other imperialist countries through Chad and by receiving US officials. And it is flirting with a pro-Russian alliance including other countries of the region, which is already beginning to take shape up in Moscow and from the various interventions of the Wagner group in the region. This crisis is part of the world situation opened by the 2008 crisis, the pandemic and the current war between Ukraine and Russia. The situation in Ukraine and its government, which acts as an agent of NATO interests, is also a mirror in which several ECOWAS countries are looking at, as they do not want to embark on a long, exhausting war with an uncertain outcome. For this reason, diplomatic channels are open, although military confrontation cannot be discounted either.

We, revolutionaries of the TRFI, pronounce against any fratricidal war between Niger and its neighbors, and for the defeat of any imperialist military aggression against the colonial and semicolonial peoples. We also warn that no nationalist government proposes an anti-imperialist solution for the oppressed peoples of the continent. It is the working class, through its class organizations, like the miners' unions that show their power in South Africa, that must set themselves up as the leadership in the struggle against the old and new foreign masters. For that, it must impose its program and a workers’ government, overthrowing dictator and democrat partners of this or that faction of imperialism. We call for the internationalist unity of the working class, above all with the proletariat of France and the United States, for the withdrawal of imperialist troops from Niger and all of Africa. We call on the revolutionary forces fighting for the dictatorship of the proletariat to set up an International Conference to discuss how to confront the imperialist decomposition that is dragging our class and the whole of humanity ever more rapidly into barbarism.

 

COR Chile - LOI Brasil - COR Argentina

Hors l’impérialisme de l’Afrique

 

            Le 26 juillet dernier, des militaires sous le commandement du général Abdourahmane Tiani ont pris le pouvoir au Niger, ancienne colonie française située dans la région du Sahel, bande semi-désertique au sud du Sahara. Le président déplacé, Mohamed Bazoum, est détenu à son domicile et est considéré comme un allié de l'impérialisme dans la région. Le gouvernement militaire putschiste est sous la menace d'une intervention militaire de la CEDEAO (Communauté économique des États de l'Afrique de l'Ouest), qui n'a pas donné suite à son premier ultimatum mais se réunira à nouveau cette semaine (17-18 août) pour évaluer ses actions. De leur côté, les militaires au pouvoir au Mali et au Burkina Faso ont apporté leur soutien aux putschistes nigériens, tandis que le Tchad et l'Union africaine se sont prononcés contre une action armée.

            Le Niger fait déjà l'objet d'un blocus de la part de la France et de ses alliés régionaux. Les Etats-Unis, selon les termes de leurs propres responsables, sont déchirés entre le respect des "principes démocratiques" (qu'ils utilisent comme simple propagande dans leur confrontation avec la Chine et la Russie), l'action contre le coup d'Etat, et leurs intérêts géostratégiques, en négociant avec les militaires pour maintenir leurs bases dans le pays, établies pour la lutte contre le terrorisme et l'intervention en Libye. Au Niger, 1 500 soldats français sont stationnés dans la capitale Niamey, et les États-Unis disposent d'environ 1 000 militaires dans différentes régions du pays.

            Les interventions en Afrique sont une marque de naissance de l'impérialisme en tant que phase supérieure et décomposée du capitalisme. La situation actuelle est caractérisée par la décomposition des États artificiels qu'ils ont tenté d'établir pendant la période d'après-guerre en tant que formations politiques formellement indépendantes, mais qui sont néanmoins restées liées à leurs anciennes métropoles par de solides liens économiques et militaires, comme dans le cas du Niger, qui utilise encore aujourd'hui le franc comme monnaie. L'impérialisme n'a offert à l'Afrique que misère, destruction économique et famine en échange du pillage de sa main-d'œuvre (réduite en esclavage) et de ses ressources, en particulier les minéraux, mais aussi les hydrocarbures et les ressources agricoles et animales. Le Niger est l'un des pays les moins industrialisés et les plus pauvres du monde et, d'autre part, l'un des principaux fournisseurs d'uranium utilisé par les centrales nucléaires françaises. La crise actuelle fait suite aux coups d'État qui ont imposé des changements de régime dans d'autres pays du Sahel, le Mali et le Burkina Faso, où des officiers militaires aux discours nationalistes ont fini par expulser les détachements français. Il est clair que ces régimes sont une version dégradée des courants nationalistes bourgeois d'après-guerre, qui ont déjà montré leur échec, non seulement en Afrique, mais aussi en Asie et en Amérique latine. Le contenu de sa politique est de négocier une meilleure place sur le marché mondial face à l'affaiblissement évident de l'impérialisme français, frappé par son économie et par la lutte des classes sur son propre territoire. C'est pourquoi le nouveau gouvernement militaire du Niger s'empresse de mettre en place un cabinet civil pour dialoguer avec les autres pays impérialistes à travers le Tchad et en recevant des officiels américains. Et il flirte avec une alliance pro-russe qui inclurait d'autres pays de la région et qui commence déjà à se dessiner à partir de Moscou et des différentes interventions du groupe Wagner dans la région. Cette crise s'inscrit dans la situation mondiale ouverte par la crise de 2008, la pandémie et la guerre actuelle entre l'Ukraine et la Russie. La situation de l'Ukraine et de son gouvernement, qui agit comme un agent des intérêts de l'OTAN, est également un miroir dans lequel se regardent plusieurs pays de la CEDEAO, qui hésitent à s'engager dans une guerre longue, épuisante et à l'issue incertaine. C'est pourquoi les voies diplomatiques sont ouvertes, même si la confrontation militaire n'est pas non plus à exclure.

Nous, révolutionnaires de la TRCI, nous prononçons contre toute guerre fratricide entre le Niger et ses voisins, et pour la défaite de toute agression militaire impérialiste contre les peuples coloniaux et semi-coloniaux. Nous avertissons également qu'aucun gouvernement nationaliste ne propose de solution anti-impérialiste pour les peuples opprimés du continent. C'est la classe ouvrière, à travers ses organisations de classe, comme les syndicats de mineurs qui démontrent leur puissance en Afrique du Sud, qui doit se poser en dirigeant de la lutte contre les anciens et les nouveaux maîtres étrangers. Pour ce faire, elle doit imposer son programme et un gouvernement ouvrier, en renversant les dictateurs et les démocrates partenaires de telle ou telle faction de l'impérialisme. Nous appelons à l'unité internationaliste de la classe ouvrière, notamment avec le prolétariat de la France et des Etats-Unis, pour le retrait des troupes impérialistes du Niger et de toute l'Afrique. Nous appelons les forces révolutionnaires qui luttent pour la dictature du prolétariat à organiser une Conférence internationale pour discuter des moyens de faire face à la décomposition impérialiste qui entraîne notre classe et l'humanité tout entière de plus en plus rapidement dans la barbarie.

 

COR Chile – LOI Brasil – COR Argentina

 

 

 

Un nuevo paro nacional para un “segundo tiempo” ante la nula respuesta del gobierno a las demandas docentes, aclaman los dirigentes del colegio de profesores. Dirigentes que llamaron a realizar campaña a brazo partido por el triunfo de Boric,  para así evitar que ganara “ el fascismo”, guardando bajo la alfombra la necesidad de retomar la lucha contra  todos los ataques de los últimos años. Hoy se dan cuenta de que “su” gobierno, no cumplirá las promesas de campaña y eligen la vía de presionar, mediante movilizaciones controladas, para obtener alguna que otra “promesa” de migajas.

A las condiciones laborales de los docentes que se han visto año a año deterioradas e incrementadas durante la pandemia, hay que sumarle la falta de solución a problemas como la deuda histórica, el no pago de mención, las condiciones laborales con salas hacinadas, los problemas de la jornada completa, el pago parcial de salarios o el no pago de imposiciones, etc. Al igual que muchas otras lindas promesas como el fin al CAE, no sólo no se han cumplido sino que quedan supeditadas a un desdibujado “pacto fiscal” condicionado a los intereses empresariales, que prometía ser la reforma triburaria que redistriburiría la riqueza. Pero el gobierno se ha dedicado a profundizar las políticas de ataque a los trabajadores y de someter a la población a los designios del capital imperialista.

Los docentes solo pueden esperar respuestas miserables de este gobierno, como se ha visto con medidas como con la fijación de un salario mínimo miserable (con el beneplácito de la CUT) a ejecutarse hacia el próximo año; o con el proyecto de ley de 40h, que no es otra cosa que flexibilización laboral. Algo que impactará fuertemente en los profesores que se desempeñan en la educación privada.

La crisis agudiza la situación de opresión y explotación de la clase trabajadora, mientras la respuesta conjunta de un régimen en descomposición se evidencia en la deleznables soluciones como son los bonos para las familias que sufrieron con la destrucción de viviendas con las lluvias, el ataque al salario, con una inflación encubierta por un IPC mentiroso, la represión a los campamentos, la impunidad para la represión y persecución a los que luchan, etc

En la educación la juventud viene sosteniendo el ímpetu de lucha y movilización, y por ello viene siendo fuertemente reprimida y amedrentada con sanciones reglamentarias, suspensiones, ley aula segura, etc. El ataque constante de las fuerzas represivas contra la manifestación estudiantil, como se evidenció recientemente en la acción policial que colocó una pistola en la sien de un estudiante de 13 años, es la violencia del estado burgués que los profesores, no docentes y estudiantes, deben enfrentar con un plan de lucha, descartando los rituales de la burocracia de presión y dialogo de manos vacías con el gobierno. ¿¡Como esperar una “convivencia saludable” al interior de las escuelas, donde resuenan las contradicciones sociales, si éstas son focos de ajustes, represión y hostigamiento estatal?!

 Debemos luchar por recuperar los sindicatos docentes para que se transformen en herramientas de lucha contra la educación burguesa. Los contratos precarios, el no pago de la deuda previsional, extenuantes jornadas, ataque al salario, problemas de infraestructura, y de material para realizar la docencia, son parte de las situaciones que debemos enfrentar además de neutralizar la presión que imponen las directivas (alineadas con el gobierno) en las escuelas sobre los docentes y el estudiantado que se organiza para debatir sobre los problemas sociales.

Nuestra pelea debe ser por disputar la orientación de la educación. Para ello debemos recuperar nuestros sindicatos de las garras de la burocracia sindical haciendo caso omiso de las disputas entre las distintas alas de esta.

Impulsemos la pelea por imponer un paro nacional efectivo con movilización en todas las ciudades del país. Impulsemos un plan de lucha votado en una asamblea nacional de delegados docentes y trabajadores de la educación (con mandato y revocables), sin distinción entre públicos y privados.

La juventud secundaria, por medio de sus asambleas y centros de alumnos, puede ser un gran punto de apoyo en la lucha por doblarle la mano a la burocracia y la patronal educativa y al gobierno.

Impulsemos un congreso educativo de lucha, de docentes, no docentes y estudiantes.